La sed de ganancias llegó al agua

Recursos | Por Roy Rodríguez

La sed de ganancias llegó al agua

Recientemente han comenzado a cotizar en Wall Street derechos futuros sobre el agua. Así, por primera vez en la historia, el líquido elemento se convirtió en un objeto de puja en el templo de las finanzas y, al menos desde lo simbólico, definitivamente colonizado por el capitalismo, un mes antes de la salida del poder de Donald Trump y cuando los procesos irreversibles de cambio climático hacen peligrar, día a día, la supervivencia de la especie humana sobre la tierra.

Uno se pregunta quién compra y vende derechos de uso del agua en Wall Street? Y la respuesta es: las grandes corporaciones, que están celebrando este delirio”. El que habla desde Holanda es Jorge Daneri, abogado ambientalista, autor del libro Historias de agua y ecología política”.

Desde Mendoza, Facundo Martín, doctorado en Ciencias Sociales, que ha liderado diversos proyectos de investigación relacionados con los usos del agua, poder y cambio climático, le dice a este diario: Aunque la idea de que el agua cotice en Bolsa puede parecer escandaloso desde el punto de vista simbólico, saber qué efectos va a tener eso sobre los territorios es algo bastante incierto.”

Para Martín, la cotización de los derechos de agua tiene que ver con la financiarización de la naturaleza, de la agricultura, de los recursos naturales, donde, por ejemplo, los precios de commodities -como la soja- están desenganchados” de la economía real. Todo se mueve en un plano de cierta autonomía y especulación que no siempre tiene un correlato directo territorial y material. Podríamos pensar que, en el futuro, invertir en agua, puede ser una más seguro que, por ejemplo, hacerlo en startups tecnológicas o en Google o Facebook”.

El agua comenzó a cotizar en Wall Street a un precio de 486 dólares el acre pie”, una medida que equivale a 1.233 metros cúbicos. Es decir, unos 40 centavos de dólar por metro cúbico. En Córdoba el agua se distribuye a un precio que va desde 11 a los 38 pesos el metro cúbico. Es decir, entre 5 y 20 centavos de dólar.

En el caso de Argentina hay provincias que consideran al agua como un derecho humano fundamental, y lo dejan en manos de la administración pública y prohíben su privatización expresamente, como la nueva constitución de Entre Ríos”, apunta Daneri. Al otro lado de la Cordillera, el neoliberalismo se expresa con crudeza. Facundo Martín da cuenta de que Aguas Andinas, empresa de distribución de Santiago de Chile, tiene un contrato a perpetuidad sobre los derechos de agua en la cuenca. La empresa, desde hace un par de años, cotiza en Wall Street.

Introducir -oscura y perversamente- estos reinos de vida a la lógica de construcción del valor económico en los escenarios de mayor especulación de la ganancia a corto plazo es perverso. Es un totalitarismo sobre la naturaleza voraz. Una escala de depredación que expresa lo peor del capitalismo”, dice Daneri. Para Martín, en la medida en que las comunidades que necesitan del recurso no puedan meterse en esa dinámica, que en general muy perversa y que termina despojándolos del recurso”, el futuro puede tornarse complicado.

En el análisis de Daneri, la financiarización del agua, profundizaría además problemas medioambientales de larga data, que van desde el aumento de la deuda ecológica de los países dominantes con los países pobres, generaría mayores huellas ecológicas que devendrían en la creación de nuevas zonas de sacrificio”, donde no hay espacio para la vida.

Ambos coinciden a la distancia en que, los derechos sobre el agua y su venta directa o indirecta no son una cuestión nueva. Sin embargo, la nueva situación y la creciente escasez pondría la lupa sobre actividades que requieren directamente de la apropiación directa del recurso como la agricultura extensiva o la minería. Sería entonces el momento de comenzar a analizar las cadenas de valor y pensar si se exporta oro o soja o en ellos simplemente se deja ir el agua.

En este contexto, los cuatro ríos más grandes de Argentina se encuentran frente a la mayor bajante del último siglo. Daneri informa que su ciudad, Paraná, está en problemas para abastecerse. Y que son muchas las ciudades de esas cuencas que se encuentran en situaciones similares.

Lechos secos y cotizaciones digitales. Intentan solucionar el problema del mercado con el mercado. Y consolidan así escenarios de privatización que favorecen a aquellos que puedan comprar estos derechos y tratar de salvarse del desastre que causó este modelo. Esto, además, generará además procesos de enorme injusticia social para las grandes mayorías”, apunta Daneri.

Para el especialista entrerriano, este nuevo intento privatizador de los derechos sobre el agua traerá en Argentina y en Latinoamérica un efecto boomerang. Creo que se van a dar procesos de democracia ambiental construidos fundamentalmente desde la sociedad civil. Hoy en la Argentina, y esto lo digo con mucho dolor, los grandes partidos políticos no están leyendo lo que está pasando en los territorios, en la Argentina profunda, en los movimientos ecofeministas, ecosocialistas. Creo se va a dar un fortalecimiento de los movimientos sociales y socioambientales que va a traumatizar todos estos procesos de privatización del agua”.

Salir de la versión móvil