La necesaria ley de formación y desarrollo de la enfermería

La Cámara de Diputados analiza una reforma de la enfermería en la Argentina, establece mecanismos para su formación, incrementa su número y promueve el desarrollo de la carrera de modo federal

La necesaria ley de formación y desarrollo de la enfermería

Por Gabriel Muntaabski

Los momentos difíciles que estamos viviendo han puesto de relieve el valor, compromiso y profesionalidad de los trabajadores de la salud, especialmente la enfermería, que nos ha dado innumerables ejemplos de sacrificio y capacidad de respuesta. Pero también ha resaltado que la cantidad de enfermeras y enfermeros con las que contamos no son suficientes: Argentina tiene 35 enfermeras calificadas por cada 10.000 habitantes ubicándose en un puesto medio-bajo en América Latina (Europa promedia 81 enfermeras por 10.000 habitantes).

En nuestro país, ha sido posible observar un avance en el aumento y la calidad del recurso de enfermería por las nuevas regulaciones en la formación, el Programa Nacional de Formación de Enfermería (Pronafe), las Becas Progresar Enfermería, que hoy ya benefician a 61.200 estudiantes y a fin de año serán 75.000, la capacitación de más de 2.400 docentes de enfermería y el Programa de Fortalecimiento de la Biosimulación.

Este conjunto sistemático de acciones ha permitido que se haya incrementado el número total de enfermeras/os, sin embargo, no es suficiente: Argentina debe profundizar la formación de calidad de enfermeros y enfermeras, incrementando su número, garantizando el derecho a la formación de lo largo de la vida y el reconocimiento de esa formación en convenios colectivos y carreras profesionales.

El proyecto de ley de Promoción de la Formación y el Desarrollo de la Enfermería a que, a pedido del presidente de la Nación, ha presentado el diputado Pablo Yedlin, con el apoyo de los ministerios nacionales de Salud y Educación, apunta a la resolución de dichos desafíos. Su articulado declara de interés público nacional la formación y del desarrollo de la Enfermería y estable el derecho a acceder a mayores calificaciones para el desarrollo de su profesión.

A su vez, estructura una política nacional, federal, integral y de calidad para el desarrollo de la formación de enfermería, generando instrumentos para su ordenamiento y la regulación, tales como la Comisión Nacional de Enfermería (ámbito intersectorial de consenso entre Salud, Educación, Trabajo, y organizaciones representativas de los trabajadores) y el organismo nacional de evaluación y acreditación de carreras superiores técnicas de Enfermería.

Merece destacarse también la creación del Programa Nacional de Formación de Enfermería, a fin de administrar y gestionar los incentivos y aportes económicos creados por esta ley que alcanzan el 2% del presupuesto educativo nacional, destinados a becas para estudiantes y enfermeras/os en ejercicio de la profesión, y para la mejora continua de la calidad de las instituciones de formación.

Este proyecto también genera un fuerte incentivo para la profesionalización de los y las auxiliares de enfermería, que actualmente sean parte integrante del sistema de salud, y plantea un nuevo piso de formación. Sin dudas, este conjunto de derechos, instrumentos, incentivos e inversión generará un antes y un después en la formación de Enfermería y su posterior desarrollo y reconocimiento profesional.

 

Médico, coordinador del Programa de Formación de Enfermería, Ministerio de Educación.

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