Juez, crítica dura y milanesas
La semana política de Luis Juez parece inmejorable porque el escándalo en la policía dejó en la cuerda floja a su ex amigo Juan Pablo Quinteros. Las feroces críticas del senador que tildaron de “inútil” al ministro de seguridad dejó en claro a su tropa que no hay lugar para traidores dentro de su espacio y lo remarca todo el tiempo puertas adentro en el Frente Cívico.
Otro punto alto en la semana fue la cena con milanesas en Olivos con el presidente Javier Milei, donde completó reuniones políticas de alto nivel con dos puntos del triángulo de hierro. Primero con la secretaria general de la presidencia Karina Milei y el martes con su hermano. Ante ellos insiste con dos ideas fuerza: que la lista de octubre en Córdoba lleve libertarios puros (el FC garantizará la fiscalización) y que no haya lugar para alianzas con Rodrigo de Loredo.
El ex intendente viene construyendo una relación sin mediadores para fortalecer su posición de cara al 2027 que, aunque parezca lejano, empieza a construirse en serio después de la elección de medio término y así se lo deja en claro a su militancia.
Cuando le cuestionan la cercanía con un presidente que no cultiva pactos duraderos ni firmes, Juez repite ante su gente la misma frase: “Nosotros tenemos que llegar al poder, después vamos viendo”.
De Loredo callado y en espera
El diputado Rodrigo de Loredo sabe cómo obtener protagonismo y centralidad en cada situación que lo demande. Por eso llamó la atención su pasividad en la tumultuosa sesión del miércoles en el Congreso donde se trataron los emplazamientos para debatir las leyes de financiamiento universitario y la emergencia pediátrica del Hospital Garrahan.
“Estuvo callado, como ausente” dijo un colega suyo con bastante ironía para definir el rol pasivo que adoptó en tratamientos parlamentarios de alta exposición. Además, hubo otras mociones para tratar el tema retenciones al campo y un asunto hipersensible a los libertarios como la causa Libra.
“Rodrigo guarda la esperanza de arribar a un acuerdo con La Libertad Avanza en Córdoba, pero tiene a Luis Juez operando en contra y a los hermanos Milei confiados por las encuestas que los ubican al tope de la intención de voto en la provincia. Ya debería descartar ese plan y enfocarse en otra cosa” reflexionaba un correligionario.
Una renuncia, varias lecturas
La carta de renuncia de Juan Schiaretti a la presidencia del PJ cordobés actualizó una de las tradiciones más caras del peronismo: Quien gobierna, conduce. De la Sota lo hizo cuando dejó la gobernación en 2007 y luego la reclamó cuando volvió al poder.
Comparto la carta de mi renuncia a la presidencia del Partido Justicialista de Córdoba.
Lo hice en consonancia con una tradición del peronismo cordobés: quien tiene la responsabilidad de gobernar la provincia, debe también conducir los destinos del partido.
Ese mandato popular… pic.twitter.com/AZav0nILvV
— Juan Schiaretti (@JSchiaretti) July 3, 2025
La misiva dirigida al Consejo Provincial del Partido Justicialista propone a Martín Llaryora como conductor y señala que “representa la continuidad del proyecto político”. Las lecturas hacia adentro del peronismo no tardaron en llegar.
Algunos consideran que la decisión se demoró más de la cuenta porque ya pasó más de un año y medio del sanfrancisqueño en el Panal. “Durante este tiempo muchos compañeros interpretaron que había un discreto doble comando que los obligaba a preguntar dos veces antes de hacer algún movimiento y eso hacía ruido”, señalaba un militante con trabajo territorial.
Otros, sin embargo, ven una maniobra para dejar en manos del gobernador la lapicera para armar las listas de octubre con absoluta independencia. Esto puede leerse como un movimiento para despegar las decisiones de armado y sus resultados como completa responsabilidad de Llaryora. “Tal vez sea un anticipo de que el Gringo en esta vuelta no juega” soltó un legislador que visita el Panal a menudo.
Quinteros baja su perfil y un fiscal lo sube
El ministro de seguridad Quinteros siempre se mostró muy activo en las primeras horas del día acompañando los operativos policiales que comienzan a la madrugada. Los primeros partes de prensa de la Jefatura invitaban a entrevistarlo en alguno de los barrios donde se desplegaban los allanamientos o procedimientos ordenados por la justicia.
Pero esta semana Quinteros bajó a cero su perfil mediático y optó por el silencio. Pero esto contrastó con las apariciones públicas del fiscal Guillermo González que investiga a la banda de los “policías-abogados”. Anticipó que la pesquisa sigue abierta y que puede haber otras detenciones en la causa.

González es investigado por la reunión que mantuvo con Eduardo Escudero Salama -ex director de Gestión Administrativa del Hospital Neonatal- y el forense David Dib, donde se presume que hablaron sobre los casos de bebés muertos en el nosocomio. Un abogado penalista con olfato para las internas judiciales resumía su visión: “Esta causa de alto impacto, junto a la de la de las irregularidades en Bomberos, son un escudo para un magistrado bajo investigación”.