En lo que es uno de los primeros juicios con jurados populares del 2025, la Cámara Décima de Crimen comenzó a juzgar a los policías José Ramón Guevara, de 49 años y Hugo Javier Maza, de 40. Ambos están acusados de ser coautores de abuso de autoridad, tras desobedecer órdenes judiciales en el caso del femicidio de Giuliana Marianela Silva, de sólo 19 años, asesinada el 7 de julio del 2019 por su ex pareja Rodolfo Tissera, quien la mató de tres balazos.
Por este femicidio sucedido en barrio Suarez, Tissera (quien tenía un hijo de un año y cinco meses con la víctima) ya fue condenado a prisión perpetua por la Cámara Primera. El caso fue tremendo porque la víctima tenía un botón antipánico que había usado la noche anterior al hecho y luego que Tissera incumpliera una vez más con la restricción que le habían impuesto. Tras esta situación Giuliana Silva hizo una nueva denuncia, y fue allí cuando desde la Unidad Judicial ordenaron al oficial subinspector Maza y al comisario Guevara que debían disponer una urgente consigna policial en el domicilio de la joven amenazada. Increíblemente, ambos efectivos se rehusaron a cumplir con la orden en sus respectivos turnos. Fue así que finalmente a las pocas horas, alrededor de las 22 de aquel 7 de julio y en un ataque totalmente planificado, el femicida Tissera sorprendió a Giuliana y la mató de dos disparos en el tórax y uno en la cabeza. Lamentablemente, la consigna policial que debía estar en ese domicilio, brillaba por su ausencia.
Es verdad que la escacez de recursos y efectivos pudo haber conspirado contra el cumplimiento de la orden. También es verdad que un patrullaje ocasional por la zona fue inservible porque Tissera se escondió, y cuando la mató no había ningún policía en ese domicilio como lo había dispuesto la ayudante fiscal. Tal vez si aquella noche hubiese habido un policía en esa casa como tenía que ser, el femicidio no hubiera ocurrido. Dicho de otro modo, Guevara y Maza pudieron haber salvado a Giuliana… y no lo hicieron.