En política nada de lo que se ve es lo evidente y hay que bucear en aguas profundas para encontrar las claves que revelen las verdaderas botoneras del poder. Durante años el PJ acuñó una práctica central dentro de su lógica: quién gobierna conduce el partido. Lo hizo De la Sota y le cedió ese mando a Schiaretti pero Llaryora se quedó esperando. Hasta ahora.
Todo indica que el ex gobernador le traspasará el mando previa formalidad a una convocatoria al consejo del partido. La concentración de autoridad le libera la mano al mandatario provincial para avanzar sin limitaciones en el armado de listas, la distribución de cargos y el ordenamiento disciplinado de la militancia.
También fue una práctica común que el gobernador le cediera el día a día del partido a un hombre de confianza como Carlos Caserio en el caso de De la Sota o Domingo Carbonetti con Schiaretti. Se verá, finalmente, a quién designará en este caso Martín Llaryora.
Lo único cierto es que el juego de las interpretaciones derivadas de la decisión está abierto y varios arriesgan su propia lectura. Una deducción rápida indica que Schiaretti tiene su propio partido en construcción (Hacemos a nivel nacional) y no puede conducir dos partidos al mismo tiempo.
Pero otros arriesgan conclusiones en clave menos formal y más política: “Tal vez esté despegándose de algunas alquimias electorales que no le gustan y prefiere mandar una señal inequívoca”, resumía un dirigente. La alquimia en cuestión sería el experimento que se ensayaría junto al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, que buscaría armar listas cruzadas con radicales y peronistas en ambos distritos y con la mira en octubre.
“El PJ es un partido de poder y así lo diseñó Perón para que, en una visión fuertemente verticalista, alguien sea poseedor de la última palabra y es una lógica del ejercicio del mando que se tiene que respetar por razones pragmáticas” reflexionaba un ex legislador con muchos años de militancia. Lo cierto es que en la superficie la decisión no representa grandes cambios, pero advierte reacomodamientos de una superestructura de poder que lleva 26 años de gobierno y se supo reinventar a fuerza de traspasos.
Las convulsiones del PRO
La visita a Córdoba de Mauricio Macri parece no haber dejado los frutos que se esperaban y volvió a Buenos Aires con sabor amargo. Es que uno de los fines de su venida era ordenar un partido que está convulsionando en varios distritos. En Buenos Aires, Ritondo y Santilli hacen una maniobra de presión para que se formalice una alianza con Milei y en CABA las listas para la legislatura porteña dejaron a la vista la fractura de una estructura de poder que empieza a balcanizarse.
En una reunión cerrada y sólo para algunos dirigentes el expresidente del dejó la tarea de reorganizarse con vistas al armado de listas para octubre, pero parece que no hay muchas coincidencias entre los amarillos cordobeses.
Macri apuesta a la renovación de caras con una figura joven como el intendente de Viamonte, Facundo Manzoni, pero no estuvo presente por los problemas derivados de una fuerte tormenta en su localidad. Por su lado, Laura Rodríguez Machado continúa en sintonía con Patricia Bullrich -que alienta un armado con LLA- y la senadora Carmen Álvarez Rivero, que asistió al encuentro pero se llevó un reto de Mauricio, al que desafió por redes de no permitirle organizar al partido.
La interventora del PRO cordobés poco pudo hacer más que mirar cómo se desarrollaban los acontecimientos y acompañar al líder que encuentra desafíos en su bastión histórico de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia que, porcentualmente, más lo apoyó en su carrera hacia la presidencia.
Dólar recalentado y riesgo país
Las últimas ruedas de bolsa y de los mercados cambiarios mostraron con mayor evidencia la inestabilidad de la moneda estadounidense que cerró con un alza de los dólares financieros y del blue que ayer cerró a 1325 pesos y le demandaron al Banco Central una pérdida de 143 millones en ventas para contener una corrida.
Además, la inestabilidad de las bolsas hizo elevar el riesgo país que trepó hasta 863 puntos en una suba de 8,28 por ciento en un solo día. Este dato se lee con preocupación en el Panal y también en la municipalidad de Córdoba ya que el acuerdo con el FMI podría abrir los mercados internacionales de crédito, pero con un riesgo creciente la tasa que se debería pagar se eleva a la par. “Si los mercados no se calman buscar financiamiento en estas condiciones puede ser una apuesta difícil”, razonaba un economista que supo asesoró en varias colocaciones de deuda al municipio. Para el cordobesismo gobernar es hacer obras y por ahora ese plan debe esperar.