El ex titular la Unidad Especial de Investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), Mario Cimadevilla, acusó al presidente de la Nación, Mauricio Macri, y al ministro de Justicia, Germán Garavano, de encubrir “amigos” en el expediente y calificó la investigación como “infamia”. El también ex senador nacional radical cargó contra los funcionarios en un informe que presentó en marzo del año pasado, pero que trascendió en las últimas horas.
En ese entonces, luego de que la unidad fuera disuelta en medio de un escándalo, el chubutense apuntó contra Garavano por su apartamiento. Además, lo denunció por encubrimiento en el marco de la actuación del Estado en el juicio que se lleva adelante por el desvío de la investigación del atentado. Sin embargo, la Justicia desestimó el reclamo de Cimadevilla.
El tema fue retomado ayer tras la publicación del informe en el que acusó al Gobierno de intentar convertir la Unidad Especial en una “unidad especial de encubrimiento”. En el documento, el radical afirmó que el ministro de Justicia entorpeció su labor. “Yo tenía que elevar los alegatos para acusar por encubrir. Estaban el juez (Juan José) Galeano, fiscales (Eamon Mullen y José Barbaccia) y miembros de la Policía. Yo pedí que la querella del Estado acuse a todos. Pero Garavano no quería. ‘Mullen y Barbaccia son amigos, no se los puede acusar’”, contó sobre las órdenes que le dio el funcionario.
No obstante, Cimadevilla no responsabilizó solamente al titular de la cartera de Justicia, sino también al jefe de Estado. “Nunca me lo dijo en persona Macri, pero las diligencias de Garavano tenían una orden. De hecho tampoco querían acusar al (Jorge Alberto) “Fino” Palacios, que fue el policía que ayudó con el rescate de Macri cuando había sido secuestrado”.









