“Durante 35 años a esta ciudad la gobernaron hombres y le fue mal”

“Durante 35 años a esta ciudad la gobernaron hombres y le fue mal”

Ivana saltanovich (de nuestra Redacción)

 @IvaSaltanovich

La legisladora provincial Liliana Montero se sumó esta semana a la carrera por la Intendencia de la ciudad al lanzar su candidatura para competir el próximo 12 de mayo. “Ahora ella”, presagia una frase plasmada en gigantografías ubicadas en las principales arterias de Córdoba, sobre un tono rosa que le quita toda la impronta masculina con la que suele identificarse a la política, y anuncia un perfil atravesado por la cuestión de género. “Ella” es Montero, es la ciudad, y es cualquier vecina de a pie “que necesita que servicios esenciales como el colectivo entren al barrio, que los espacios verdes estén desmalezados y las calles iluminadas”, arranca diciendo Montero en declaraciones a HOY DÍA CÓRDOBA. “Las mujeres podemos conducir esta ciudad, la han gobernado varones durante 35 años y les ha ido mal”, ironizó al confirmar sus aspiraciones.

Bajo la etiqueta del progresismo pero sin mayores precisiones –aún falta un largo camino hasta el 23 de marzo, cuando venza el plazo para presentar las listas- la dirigente sabe que en la Argentina de hoy el actor político más importante es el feminismo (como lo define la periodista porteña Luciana Peker) y asume ese rol en la arena local como desafío contra las fuerzas tradicionales. “Hoy en Córdoba no hay una decisión política de las grandes estructuras de sumar a la mujer. En enero, todas las reuniones de los dirigentes que definían las expresiones políticas eran solo de hombres”, cuestionó Montero en un tiro por elevación a Unión por Córdoba y la Unión Cívica Radical (hoy en la alianza Cambiemos).

A su entender, existe “cierta hipocresía” cuando se mencionan agendas de género o se referencia la necesidad de empoderar a la mujer porque luego no se traduce en los hechos. “Cuando darle espacio a la mujer es una carga y no una virtud claramente se convierte en una hipocresía. Hay un eslogan que utilizan muchos dirigentes (que pertenece a la politóloga Flavia Freidenberg) que dice que sin mujeres no hay democracia. Yo cambio ese eslogan y digo: sin mujeres en el poder no hay democracia. Porque no se trata de pedir la cuota de cupo, que en nuestra Legislatura ha sido una falacia, se trata de exigir lo que nos corresponde, somos la mitad de la población”, consideró. En esa misma discusión, Montero cuestiona el uso “decorativo” de las mujeres en el armado de boletas e incluso de los gabinetes ejecutivos, relegándolas a lugares tradicionales en el imaginario machista.

“Nos querían hacer hablar de educación y, en el mejor de los casos, de desarrollo social, yo quiero hablar de economía, quiero saber porqué esta ciudad firma convenios públicos privados en donde los negocios millonarios de los desarrollistas están por encima de los intereses de los ciudadanos, al que le ponen como moneda de cambio cinco cuadras de asfalto que en realidad son el ingreso al emprendimiento”, sostiene, a la vez que se pregunta “cuánto puede hacer la ciudad si el 80 % del presupuesto se va en personal y basura”. Como anécdota, recuerda que Ramón Mestre padre, cuando asumió la gestión de la ciudad en los años ‘80, Córdoba no llegaba al millón de habitantes. “En esa época, él ya planteaba que cuando la ciudad pasara esa cifra sería inviable, como ocurre hoy”, recordó Montero.

Una construcción amplia con un final abierto

De origen radical pero hoy más afín a fuerzas socialistas y de izquierda, Montero ha logrado cosechar el respaldo de sectores cercanos a Libres del Sur, Patria Grande, y a organizaciones sociales como Barrios de Pie, de derechos humanos y al colectivo de mujeres. Dentro de lo que podría definirse como “el progresismo local”, su figura es una de las mejor posicionadas. De allí su apuesta a conducir los destinos de los ciudadanos capitalinos. Consultada respecto de esa construcción, sin dar mayores definiciones ni nombres propios, la parlamentaria asegura estar en conversaciones diarias con distintos actores y espacios. Incluso, no descarta formar parte de un frente más amplio. Su límite es Cambiemos y el modelo económico y social que plantea la alianza que dirige el presidente Mauricio Macri. Como dato, según pudo averiguar este medio, el entendimiento de la ex legisladora del Frente Cívico y actual parlamentaria con bloque unipersonal, alcanza al candidato de Unión por Córdoba, Martín Llaryora, quien se encuentra delineando una alternativa lo más amplia posible para llegar al municipio, que incluye a peronistas, kirchneristas, empresarios industriales y pymes, entre otros.

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