Un momento muy tenso se vivió el sábado pasado, durante la visita del presidente de la Nación, Mauricio Macri, a la Exposición Rural del barrio porteño de Palermo. Cuando el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, se disponía a pronunciar su discurso, y medio de la atónita mirada de quienes se encontraban en el palco, dos carteles de la Organización No Gubernamental (ONG) Greenpeace fueron desplegados de manera imprevista con consignas contra la tala indiscriminada de árboles.
De esta manera, por segunda vez en pocos días, el reclamo ambientalista se coló en La Rural. La primera vez sucedió cuando un grupo de activistas veganos entró al predio con carteles para reclamar en contra de la explotación animal. Sin embargo, en esta oportunidad, la seguridad del jefe de Estado se vio vulnerada. Además, lo curioso de este caso fue que ambos carteles no estaban sostenidos por manifestantes, sino que fueron desplegados uno junto a otro desde el techo del palco, por medio de dispositivos que se accionaron antes de que Pelegrina pronunciara su discurso. Rápidamente, las consignas fueron sacadas por un agente de seguridad, quien manifestó su sorpresa por lo sucedido.
Los carteles de Greenpeace decían “basta de desmontes” y “destruir bosques es un crimen”. Con estas dos consignas, la organización protestó contra el desmonte que genera la ganadería intensiva. “No vamos a permitir que destruyan el hogar de los últimos 20 yaguaretés del Gran Chaco”, aseguró Greenpeace en su cuenta oficial de Twitter. No obstante, el ahora ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Miguel Etchevehere, criticó los cuestionamientos de la organización y los tildó de “inexactos”. A su vez, dijo que el Gobierno “está cuidando la forestación en la Argentina” y que, en lo que va del año, se plantaron 44 millones de árboles.
Ayer, la ONG le respondió. “Ante los dichos del ministro Etchevehere resaltamos que confunde la forestación de plantaciones de exóticas con bosques. Y el plan de reforestación con especies nativas es de solo 6.000 HA anuales cuando se desmontan cerca de 150.000 por año, de las cuales 100.000 son para ganadería”, remarcó. “El famoso bife argentino llega a la mesa de los consumidores de Europa e Israel a costa de aniquilación de nuestros bosques y de la extinción del yaguareté”, finalizó Greenpeace.