El Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales de Córdoba (Suoem) manifestó el fin de semana su rechazo a la posibilidad de que una parte de los salarios sea acreditada en la tarjeta Activa, el plástico con el que la gestión del intendente Martín Llaryora planea fomentar las compras en comercios de cercanía y pequeños negocios de capitales locales.
Sobre el particular, el gremio expresó a través de un comunicado que se opondrá a cualquier intento, propósito u objetivo que persiga alterar la normal liquidación de haberes de las trabajadoras y trabajadores municipales”. De todos modos, el Suoem no tiene previsto por el momento concretar medidas de fuerza.
Como se sabe, la tarjeta Activa fue lanzada por el municipio en conjunto con Bancor y MasterCard. Se trata de una iniciativa de economía social, que apunta a potenciar las ventas de los almacenes y pequeños comercios barriales –también redes locales de supermercados, farmacias y estaciones de servicio, entre otras– a los fines de proteger el empleo de ese sector de la economía local.
La prueba piloto que está desarrollando el Palacio 6 de Julio se aplica con los funcionarios municipales y con los participantes del programa Servidores Urbanos. En el caso de los funcionarios, entre 10.000 y 15.000 pesos de los sueldos se abonan con la tarjeta, mientras que los chalecos celestes” cobrarán por esta vía 5.000 pesos de los 15.000 que percibirán desde este mes, reveló la periodista Virginia Guevara.
La reacción del Suoem obedece a que los planes de la administración Llaryora –el proyecto es impulsado por el propio intendente– pasan por aplicar ese pago de una parte del sueldo con la tarjeta Activa a la mayor parte de los empleados que dependen del municipio. Esto incluye a los propios municipales y al personal de Tamse y Coys, además de los becarios y monotributistas. En total, se trata de más de 15.000 salarios.
Además de la oposición del Suoem, el proyecto recibió fuertes críticas del concejal Rodrigo de Loredo, para quien la tarjeta Activa es equivalente a un bono. Nada impide que luego se incremente el porcentaje del salario que se paga a través de este medio. Se trata de un proceso de precarización que la Argentina ya conoce”, indicó el edil.
Los supuestos beneficios son ínfimos por el volumen de liquidez. Es un aporte insignificante a la economía de la ciudad”, evaluó De Loredo. También consideró que si el objetivo es favorecer a las pymes y comercios de cercanía, Llaryora debería poner en marcha acciones concretas para bajar la carga impositiva que pesa sobre sus espaldas, que es la más alta de la Argentina”.
Muy por el contrario, desde el Palacio 6 de Julio aseguran que el flujo de fondos que una pequeña porción de la partida salarial municipal podría representar para los pequeños comercios locales es muy importante, y ponen como ejemplo el sustancial aporte que significa para ese sector de almacenes y comercios de cercanía la tarjeta Alimentar. También descartan que se trate de una afectación del salario para los empleados, puesto que esa porción del sueldo tendrá los correspondientes aportes, sólo que será depositada en la tarjeta.
Un posible conflicto a las puertas de la paritaria
Los empleados municipales terminarán de percibir este mes el pago remunerativo del aumento en dos cuotas del 23,4% que acordaron en noviembre pasado con la administración de Llaryora. Ese entendimiento llegó tras un larguísimo conflicto por el recorte salarial aplicado desde mayo último y estipuló que en mayo de 2021 habría una nueva negociación paritaria. Antes de esa discusión, el municipio puso sobre la mesa la tarjeta Activa. Todo indica que ese mecanismo será parte de la futura tratativa salarial.