A última hora de ayer, se anunció en efecto que el viaje se extenderá un día más: Fernández no volverá mañana al país sino el sábado. Se especula que la decisión se debe a la posibilidad de mantener una reunión con la presidenta del FMI en Roma, donde el Presidente podría plantear, después de haber recibido los apoyos de los mandatarios de Portugal, España y Francia (ver información en la página 4), la posición argentina en las negociaciones con el organismo internacional de crédito.
Las fuentes oficiales revelaron que la agenda cambió porque se supo que ese día Georgieva va a compartir, de casualidad, un seminario en Roma con el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán. La ocasión sería ideal para un encuentro directo con el presidente argentino.
Por lo pronto, Fernández se reunirá hoy en el Vaticano con el propio papa Francisco, en su segundo encuentro desde que asumió la jefatura de Estado, que esta vez estará marcado por la pandemia, sus coincidencias en la necesidad de liberalización de las patentes de las vacunas y la ayuda silenciosa” del pontífice argentino en la renegociación de la deuda con el FMI y el Club de París.
Más tarde, el mandatario argentino mantendrá un almuerzo con el presidente italiano Sergio Mattarella y otra reunión de trabajo con el titular del Consejo de ministros de Italia, Mario Draghi. La relación del Presidente con el papa sin duda es muy buena. Se mantiene desde hace mucho tiempo, se conocen desde hace muchos años y se ha profundizado a partir de la asunción de Alberto Fernández como Presidente y, por supuesto, por la situación general del mundo a partir de la pandemia y las coincidencias de muchas de sus expresiones a través de las últimas encíclicas del papa”, afirmó el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.