“Tenemos que estar dispuestos a salir a la calle a dar testimonio de lo que está pasando”, dijo el viernes pasado en Córdoba el ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, al dictar una clase de economía, invitado por la Casa del Instituto Patria. La militancia que colmó el auditorio de Radio Nacional lo recibió al grito de “si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”.
“Gracias Néstor. Fuerza Cristina”, comenzó Boudou, para contar enseguida qué es el lawfare al que definió como el “poder judicial, económico y mediático” que con “parodias de juicios” termina “convalidando una sentencia mediática”. Se definió como uno de los que sufrió la “maquinaria de la persecución”.
“Hoy la principal perseguida es Cristina” Fernández, refirió y planteó que la actual Vicepresidenta lo puso “clarito” cuando señaló que la persecución “no es sobre ella, sobre nosotros, sino sobre las ideas, sobre el modelo”. Varias veces fue aplaudido durante su exposición, en la que estuvo acompañado por la diputada nacional del Frente de Todos, Gabriela Estévez, quien lo recibió “emocionada” y recordó las veces que lo fue a visitar a la cárcel.
La legisladora caratuló a Boudou como “una gran bandera” y relató que cuando lo iba a ver después siempre comentaba que “irradiaba luz, amor” y que ella lo adjudicaba a su “espíritu leal y comprometido”.
En su presentación, Boudou sostuvo que el macrismo “en el fondo es lo mismo que la última dictadura cívico militar”. Puntualizó que “la diferencia es cómo llegaron” y repasó que los asimila que el Estado está en retirada “para las cuestiones populares”, los salarios “bajos” y la “exclusión”. Apuntó que “la estructura es idéntica”, y advirtió que los 12 años de gobiernos kichneristas “no alcanzaron” para revertir la “destrucción” del aparato productivo que dejó la dictadura.
Calificó a la provincia de Jujuy como una “postal triste” de la Argentina: “[Carlos] Blaquier anda caminando y Milagro Sala está detenida y avanzan las causas judiciales contra ella. Los dueños de todo caminan con tranquilidad y los protagonistas de las luchas populares son perseguidos”.
En su exposición, marcó diferencias con la gestión de Alberto Fernández, reveló en un artículo la periodista del diario La Nación, Gabriela Origlia. Boudou criticó las expresiones respecto a que no se avanzó en algunas áreas con el argumento de que hay que “construir la correlación de fuerzas”. Y añadió: “En el campo nacional y popular siempre hay que construir y no alcanza”.
Más duro fue cuando sostuvo que decir que “hay batallas que no se deben dar porque ya están perdidas” es una “frase de desprecio a las luchas populares”. También ironizó sobre lo que significa ser “pragmático”. En esa línea, reivindicó que lo fueron en la gestión de Cristina Kirchner en “la lucha en medio de la 125” y en la “recuperación del sistema jubilatorio”. Repasó que en esos años supieron de la existencia de “un grupo pequeño que quiere apropiarse de las reservas”. Y agregó que “por eso hicimos la segunda etapa del plan canje”.