El Partido Justicialista (PJ) bonaerense realizó el domingo elecciones internas en 11 ciudades para renovar las autoridades partidarias locales y elegir nuevos congresales provinciales, en una jornada que renovó la división entre kirchneristas y albertistas aunque culminó con un “fuerte mensaje a favor de la unidad” de todos los sectores del peronismo para los comicios generales del año próximo.
Si bien los distritos donde se votó fueron pocos (11 sobre un total de 135, porque en la mayoría se presentaron listas de unidad), la jornada fue movilizadora para la militancia del Frente de Todos. La interna mostró un crecimiento de los sectores “no albertistas”, especialmente de los candidatos de La Cámpora o el Instituto Patria.
En San Isidro, una lista formada por massistas y kirchneristas (comandada por José Luis Casares y Fernando “Pato” Galmarini, el suegro de Sergio Massa) se impuso con contundencia sobre la nómina apadrinada por el canciller Santiago Cafiero, que conducía el PJ local.
En Tres de Febrero la boleta de Juan Debandi (de La Cámpora) le ganó a la estructura tradicional del PJ. También en Mar del Plata, la lista de la kirchnerista Fernanda Raverta (titular de la Anses) se impuso por un amplio margen frente al albertismo liderado por el titular del Correo Argentino, Manino Iriart.
Además, el peronismo bonaerense terminó de renovar las autoridades del consejo y del congreso provincial en diferentes distritos. “En la elección triunfó un modo de hacer y entender la política y los vínculos, porque para nosotros no vale cualquier cosa ni estamos dispuestos a convalidar ni realizar acciones y agresiones que no construyen comunidad”, dijo Raverta.
Lo cierto es que las elecciones arcaron un “amplio respaldo a la conducción partidaria” encabezada por Máximo Kirchner, aunque las fuentes partidarias destacaron ayer la vocación de unidad para mirar hacia 2023 con un único objetivo: “Retener la gobernación” y “la mayor cantidad de intendencias”.