A pesar de la victoria legislativa que obtuvo el Gobierno en la madrugada de ayer, cuando consiguió dictamen para el proyecto de la Ley ómnibus en la Cámara de Diputados, luego se vio obligado a postergar el tratamiento de la iniciativa en el cuerpo para la próxima semana, al no contar con apoyo suficiente para su paquete económico.
Ocurre que al menos dos de los bloques dialoguistas que garantizan el quorum para el Gobierno (UCR y Hacemos Coalición Federal) quedaron divididos ante el proyecto oficial, por la resistencia de los gobernadores a avalar la suba de las retenciones, lo que podría derivar en una derrota histórica en el recinto. Ante tal incertidumbre, fuentes de la presidencia de la Cámara de Diputados confirmaron ayer que no llamarán a la sesión para esta semana y la postergarán al menos hasta el martes próximo, para dar tiempo a las negociaciones con los gobernadores.
La tensión es tal que el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, salió a amenazar directamente a los gobernadores con cortar los fondos si no le aprueban la norma tal como salió de la comisión bicameral, algo que además pocos conocen. Ocurre que hasta ayer a la tarde todavía no se conocía la letra precisa del dictamen de mayoría y tampoco las firmas que quedaron plasmadas en él, un proceso que debería estar concluido antes de la convocatoria a sesión. Es más, algunos diputados de la oposición denunciaron que sus pares aprobaron un proyecto que ni siquiera conocían y al que le siguieron haciendo modificaciones luego de la firma del dictamen.
El poco entusiasmo que genera la iniciativa quedó de hecho expuesto anteayer, durante el insólito plenario de la comisión bicameral que comenzó a tratar la iniciativa a las 21 horas, donde cosechó 55 votos a favor, aunque 34 en disidencia. Solo los 19 integrantes de La Libertad Avanza, más José Luis Espert (Avanza Libertad) y Paula Omodeo (Creo) firmaron el dictamen de mayoría sin objeciones.
De hecho, el Ejecutivo tuvo que ajustar la rosca con el gobernador de Tucumán, el peronista Osvaldo Jaldo, para cambiar el voto de un diputado provincial, Agustín Fernández, que rompió con el bloque de Unión por la Patria (UxP) y apoyó la iniciativa. A cambio, Milei tuvo que entregar la derogación del artículo 59 del proyecto -para que se mantenga la vigencia de la Ley 25.715 del Azúcar, que protege a ese sector- y las retenciones para el limón y sus derivados.
Aun así, el acompañamiento en el resto de los bloques fue parcial y dividió las posiciones internas, esencialmente por dos razones: la suba de los derechos de exportación para los productos del complejo cerealero y la carne, y la modificación de la fórmula por la que se actualizan los haberes jubilatorios –que por la metodología propuesta implicaría una pérdida del 36% del poder adquisitivo de la clase pasiva-.
Así las cosas, el panorama es incierto para el oficialismo, que buscará ajustar las negociaciones en las próximas horas para garantizarse la aprobación de la norma. Por ejemplo, en la UCR sólo ocho diputados votaron el proyecto, con disidencias en la delegación de facultades, la reforma electoral que aumenta el financiamiento privado de las campañas y el paquete fiscal. Los ocho diputados restantes de la UCR se abstuvieron y no firmaron ningún dictamen.
Algo similar ocurre con la bancada que lidera Miguel Ángel Pichetto, HCF, donde sólo cuatro diputados –Nicolás Massot y los cordobeses Ignacio García Aresca, Juan Fernando Brugge y Oscar Agost Carreño– adhirieron al dictamen oficial con disidencias, mientras que los tres de la Coalición Cívica (Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Paula Oliveto Lago) firmaron un dictamen propio y la socialista Mónica Fein (Santa Fe) y Margarita Stolbizer (Buenos Aires), del GEN, hicieron lo propio con dictámenes individuales.
Duros cruces con el ministro Caputo
“Todas las partidas provinciales se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos (de la Ley ómnibus) es rechazado”, advirtió ayer el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, en un mensaje directo a los gobernadores.
Si bien aclaró que “no es una amenaza”, también ratificó que “vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos de equilibrar las cuentas fiscales para terminar con décadas de inflación y flagelo económico”.
La respuesta llegó del titular de la bancada Hacemos Coalición Federal (HCF), Miguel Ángel Pichetto, quien consideró que “el ministro de Economía, que no tuvo la valentía de venir al Congreso (a defender la Ley), tiene que dejar de apretar a los gobernadores y tratar de buscar acuerdos en lugar de amenazarlos”. También la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, se subió a la polémica al considerar que para Caputo “el ajuste pasa por el hambre de los jubilados y los jóvenes con imposibilidad de conseguir trabajo”.