Los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, regresaron ayer a la ciudad de Bahía Blanca para seguir de cerca el operativo de asistencia a los damnificados por el trágico temporal que azotó a la ciudad bonaerense, en medio de una renacida disputa con el gobernador Axel Kicillof y el peronismo.
«Estamos de vuelta en Bahía Blanca, siguiendo paso a paso el inmenso operativo de las Fuerzas Federales y Fuerzas Armadas desplegado en la ciudad», comentó Bullrich en X, quien ya había visitado la ciudad el fin de semana junto a Petri, pero se tuvieron que retirar ante el escrache sufrido por parte de los vecinos afectados. Bullrich señaló que el desastre tiene que ver con que el país está «muy mal en infraestructura» y «no hubo una alerta roja del Servicio Meteorológico», aunque justo esa área fue desmantelada por el Gobierno de Javier Milei.
Es más, Bullrich anunció la creación de una «Agencia Nacional de Emergencias», una propuesta que ya había lanzado durante los incendios que azotaron a la Patagonia en enero. Incluso se conoció que tres días antes del temporal, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, había despedido a los 485 empleados de la Dirección Nacional de Emergencias, que se ocupaba de dar asistencia en casos de catástrofes.
Justo ayer, el Gobierno nacional informó que envió $ 10.000 millones a la provincia de Buenos Aires para atener la situación de Bahía Blanca, aunque el intendente Federico Susbielles había reclamado $ 400.000 millones para reparar los daños. Así lo informó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien dijo que esa reconstrucción deberá ser diseñada por la provincia de Buenos Aires y el municipio, ya que la Nación solo «acompañará».
La Nación envió $ 10.000 millones a la provincia de Buenos Aires para Bahía Blanca
«El plan de para reconstruir la ciudad es un tema que tiene que ver con el municipio y con la provincia y todo lo que la Nación puede hacer económicamente para apoyar esta circunstancia lo hará», definió Francos, quien insistió en que «el Estado no debe hacerse cargo de las obras».
«Lo de Bahía Blanca es una masiva refutación del país que nos quieren vender», retrucó el gobernador Kicillof, quien destacó que «dicen que para que te vaya bien tenés que esforzarte como si estuvieras en una selva, la supervivencia del más apto. Cada uno tiene que salvarse solo. Lo que pasó en Bahía Blanca llena de emoción porque estuvo el Estado, todos los ministerios, todos los intendentes, los laburantes, muchos trabajadores de la salud; pero además el pueblo, la sociedad, la Argentina entera”. «El valor más importante que tenemos es el de la solidaridad y el amor, no el odio, el insulto, el sálvese quien pueda», enfatizó el gobernador, quien también recordó que “el actual gobierno nacional paró 1.000 obras” en Buenos Aires.
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