La vicepresidenta Victoria Villarruel anunció ayer que el debate de los proyectos de Ley Bases y de reforma fiscal comenzará el próximo martes en un plenario de tres comisiones del Senado. El objetivo del oficialismo es que el tratamiento concluya el jueves siguiente con la firma del dictamen a ambas iniciativas para dejarlas en condiciones de ser discutidas en el recinto de la Cámara Alta el jueves 16 de mayo.
Sin embargo, el objetivo fijado por la Casa Rosada asoma complejo, al punto que en algunos despachos oficialistas admiten que una meta más razonable sería tratar de apuntar a convocar la sesión para el 23 de mayo puesto que, por el momento, no tienen un panorama claro de cómo votarán los bloques de la “oposición dialoguista”, vitales para tratar de alcanzar la sanción de las leyes ante el rechazo cerrado de los 33 senadores kirchneristas.
En efecto, el bloque de Unión por la Patria (UxP), que cuenta con 33 senadores sobre 72 y está a tan sólo 4 del quórum propio, es el gran jugador en la Cámara Alta. Esa posición le deja poco margen de acción al oficialismo, que está obligado a lograr la adhesión de los 39 miembros restantes. “Vamos a hacer todo para llegar al 25 de mayo (fecha a la que Javier Milei convocó a firmar el Pacto de Mayo), pero hoy no podemos decir que estén los votos”, admitió ayer un hombre cercano a Villarruel, en declaraciones al diario La Nación.
Si bien existen algunos gobernadores peronistas como el catamarqueño Raúl Jalil que anticiparon su respaldo a la norma, los legisladores de sus provincias no necesariamente le responden. “En nuestro espacio político tenemos que hacer una autocrítica después de la gestión nacional. Alberto nos ayudó mucho, pero hemos perdido una elección. La sociedad espera que acompañemos en algunas cosas al Gobierno”, argumentó Jalil. Sin embargo, la senadora catamarqueña Lucía Corpacci ya anticipó su rechazo: “La Ley Bases primero tiene que llegar porque si no (emitir opinión) sería prevaricato (…). Pero yo seguramente no acompañe, es muy probable que no acompañe, pero eso hay que decirlo después de que el proyecto entre y lo veamos”, dijo la ex gobernadora catamarqueña.
Para colmo, el jefe del interbloque de UxP, José Mayans, denunció ayer amenazas y extorsiones por parte del Gobierno para que el Congreso apruebe la Ley Bases y el paquete fiscal, algo que puede volverse rápidamente en contra del oficialismo. “Hay todo tipo de amenazas y de operaciones. Obviamente, como dijo Milei, hay algunos (legisladores) que tienen el culo sucio y trabajan en ese sentido”, resaltó el dirigente peronista. A la vez, las fuentes legislativas anticipan que puede haber cambios en capítulos clave como la restitución del Impuesto a las Ganancias y el tributo al tabaco, que dividen a la oposición aliada (ver Sigue…), lo que devolvería los proyectos a la Cámara baja, frustrando la ilusión de Milei de tener todo aprobado para el Pacto de Mayo.
Sigue la polémica por el “Señor tabaco”
Una negociación secreta entre legisladores de la UCR y la Unión por la Patria (UxP) logró reintroducir el tributo tabaco en la Ley Bases, que había sido dado de baja por el oficialismo tras el fuerte lobby realizado por las empresas de cigarrillos, especialmente el empresario Pablo Otero, dueño de la Tabacalera Sarandí.
Ante el tratamiento del proyecto en el Senado, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, criticó la decisión de los legisladores de “meter los votos” y “ensuciar un proyecto original con algo tan putrefacto”.
“El precio mínimo es una patada para mí como liberal, pero en este mundo del tabaco que perjudica a la salud, parece que hay países que implementaron un esquema de precios. Hay que tener en cuenta que lo que puso (Mauricio) Macri originó está ‘corruptela’ en Sarandí”, afirmó Espert.
“Si está tan putrefacto, discutámoslo como corresponde y traigamos a todos los actores del mercado. La Libertad Avanza votó para no incluir el tema tabaco dentro de la Ley Bases, estamos en contra de que esa cosa putrefacta quede dentro de la una ley que le hace la vida más fácil a los argentinos”, aseveró Espert, pese a que justamente el lobby de Otero había conseguido sacar el tributo del proyecto.