El peronismo avanza en la conformación de un polo opositor con el cual buscará ampliar los márgenes hacia sectores de base social, al tiempo que negocia una renovación en las filas del Partido Justicialista (PJ) para definir liderazgos y recibir a dirigentes que estuvieron alejados de la estructura formal en los últimos años.
A esa última convocatoria, que numerosos referentes llaman «amnistía», se suma también la intención de sumar de manera orgánica a representantes del campo popular como Juan Grabois, cara visible del Frente Patria Grande y quien fuera precandidato presidencial en las primarias abiertas PASO de Unión por la Patria (UxP).
Lo dejó en claro la semana última el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien se reunió en el Congreso con Grabois y dirigentes del PJ y Patria Grande para llamar a «combatir frontal e integralmente», y «sin concesiones», la totalidad de lo que consideran un «paquete antinacional y antipopular» compuesto por el DNU de desregulación económica y la Ley «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos» motorizadas por el Gobierno del presidente Javier Milei.
Quintela es uno de los gobernadores más activos en el planteo de una ampliación del PJ para renovar la conducción, actualmente a cargo del expresidente Alberto Fernández, y avanzar hacia una nueva «mesa horizontal» o colegiada conformada por jefes provinciales, sindicalistas, referentes que estuvieron excluidos del partido y movimientos sociales.
Los dirigentes peronistas de distintos sectores mantienen conversaciones casi «a diario» para explorar la posibilidad de sustituir a las autoridades del PJ, aunque Alberto Fernández tiene mandato hasta 2025 y, según dejó trascender antes de dejar el país rumbo a Madrid, su intención es permanecen en el sillón de mando del Consejo Nacional justicialista.
Como parte de esas charlas informales, y según pudo saber Télam, los popes del PJ evalúan concretar un encuentro en la costa atlántica en febrero: allí harían una demostración no ya «de fuerza» sino de reconocimiento de otros sectores que puedan aportar a la conformación de un polo opositor que exceda los contornos del peronismo.
Una muestra de la inquietud que aparece entre los dirigentes justicialistas la dio en las últimas horas el sindicalista camionero Pablo Moyano, quien se quejó de que el PJ está «acéfalo» y reprochó que no haya «nadie» que convoque en el partido para «debatir» y «dar un mensaje al pueblo argentino de que el peronismo tiene muchas cosas para aportar».
Por eso, el gremialista señaló que «el último muro de contención en defensa de los trabajadores es la CGT», que se encamina al paro general del 24 de enero.
En el caso de Grabois, quien se mueve muy cerca de Quintela y del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, su incursión tiene que ver con la licencia que el dirigente tomó en el gremio de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), según aclararon a Télam fuentes de ese sector.
«Tenemos una diferenciación entre la herramienta social gremial, que es la UTEP, y la de lucha político partidaria, que es Patria Grande. Grabois está de licencia en la parte social, que ya tiene su nueva conducción, y hoy está dedicado a full a la parte política», añadieron.
Como parte del intento del peronismo por recuperar la iniciativa, la CGT y el propio Kicillof –a quien muchos miran como figura protagónica de la próxima etapa–, también dieron señales en los últimos días con la ratificación del paro y la puesta en marcha de la Multisectorial en la provincia de Buenos Aires, respectivamente.
Tal como hiciera en 2016 tras la victoria que llevó a Mauricio Macri al poder, Kicillof eligió las plazas y los parques como escenarios públicos para desplegar una estrategia que atraiga tanto a los votantes de UxP en las últimas elecciones como a los desencantados con las primeras medidas de Milei.
La Plaza Belgrano, en La Plata, y situada a unas 20 cuadras del edificio de la Gobernación, fue el primer escenario de las reuniones, que siguieron en los partidos de San Miguel, Avellaneda, Moreno y La Matanza.
Pero el cronograma de actividades de la Multisectorial incluirá en los próximos días convocatorias más allá de conurbano: Mar de Plata, Bahía Blanca, Olavarría y Pehuajó serán otras ciudades adonde asistirán dirigentes sociales y sindicales, empresarios pymes, comerciantes, cooperativistas y referentes religiosos, del deporte, la cultura y los derechos humanos.
La otra oportunidad que aparece en el corto plazo para demostrar la unidad es la huelga y movilización que la CGT hará el miércoles 24 en rechazo al DNU 70/2023 el proyecto de ley de «Bases y Principios para la Libertad de los Argentinos», a los que se sumarán las dos CTA, el Polo Obrero y la UTEP, entre otras organizaciones sociales y sindicales.