Después de que el PJ provincial oficialice la lista con las nuevas autoridades partidarias en un acto que se realizará el próximo viernes, el peronismo capitalino se dedicará de lleno a preparar el lanzamiento de la candidatura de la senadora nacional, Alejandra Vigo, para la intendencia de Córdoba.
Al estar definido que el actual titular del Palacio 6 de Julio, Martín Llaryora, será el postulante de Hacemos por Córdoba para suceder a Juan Schiaretti en la Gobernación, la expectativa está centrada en el ámbito municipal. Hasta el momento, el oficialismo tiene tres aspirantes para esta capital: el viceintendente Daniel Passerini; el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano; y el secretario de Transporte, Marcelo Rodio.
De todas maneras, en el pejota habría preocupación porque ninguno de esos tres dirigentes se acerca en números de conocimiento o intención de voto al diputado radical Rodrigo de Loredo, el hombre por el que apuestan en un sector importante de Juntos por el Cambio para recuperar la Municipalidad en 2023.
Por lo tanto, ahora en la agenda del peronismo mediterráneo está poner en carrera nada más ni nada menos que a la senadora Vigo, esposa de Schiaretti, reveló ayer el periodista Gabriel Silva. Al respecto, agregó que la intención del actual mandatario provincial es pegar la elección de Gobernador a la de Intendente de Córdoba.
En la semana que pasó, hubo una reunión de la mesa de Vigo y definieron no solo el lanzamiento sino también empezar a cerrar filas. “Observan que hay dirigentes en las seccionales que empiezan a irse con Llaryora o, lo que es peor, con (Luis) Juez”, confió el fin de semana un funcionario municipal al sitio La Política Online.
Lo que empiezan a decir en el viguismo es que el sector hizo “mucho para que Llaryora sea intendente y también aportó dirigentes a la gestión”. Lo primero, se refiere a la campaña 2019; lo segundo, a lo que vino después, con algunos funcionarios en la primera y segunda línea del gabinete municipal. Algunos ejemplos de ello son el secretario de Políticas Sociales, Raúl La Cava, y la secretaria de Género, Sandra Trigo. Igual, el joystick de Vigo llega también a otros sectores en el ámbito provincial.
En el gabinete de Schiaretti, el ministro de Vinculación, Paulo Cassinerio, y las ministras de la Mujer y de Empleo, Claudia Martínez y Laura Jure, también reportan a la senadora. Lo que además se replica en la Legislatura con Leonardo Limia, Diego Hak y Nadia Fernández, tres de los legisladores provinciales que también tienen línea directa con la primera dama provincial.
Los rivales internos de Vigo recuerdan que perdió las elecciones en 2011 como compañera de fórmula de Héctor Pichi Campana para la ciudad, tuvo un traspié en 2017 secundando a Llaryora para Diputados (derrota contra Héctor Baldassi) y caída en 2021 para el Senado frente a Juez.
El viguismo saca la victoria como legisladora a la Capital en 2019, banca a la que renunció, pasó por el Ejecutivo y desde el año pasado se convirtió en los ojos de Schiaretti en el Senado. El presente la encuentra a Vigo en la disyuntiva entre seguir en el Senado para lo que viene o lanzarse en busca de un viejo anhelo propio y de la militancia que la sigue: el despacho principal del municipio.