La interna entre el ex presidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, terminó de estallar ayer en el PRO cuando el sector comandado por la actual funcionaria se levantó abruptamente de la Asamblea del partido convocada para elegir autoridades, en medio del debate sobre una virtual fusión con La Libertad Avanza (LLA), propuesta que finalmente fue rechazada.
Los dirigentes cercanos a Bullrich se retiraron de la reunión del PRO -partido que actualmente preside Macri- en medio de fuertes cruces sobre la relación que debe tener con LLA. A los gritos, los allegados a la funcionaria dejaron al descubierto la ruptura del espacio apenas iniciada la cumbre, al no aceptar la propuesta del macrismo de poner como titular de la Asamblea al diputado y ex intendente de Pinamar, Martín Yeza, que fue aprobada.
El organismo partidario había definido, en su primer acto oficial y formal, que “el PRO no se fusionará con otros partidos”, más allá del “apoyo” al presidente Javier Milei, algo que molestó al sector de Bullrich, que se retiró ruidosamente de la asamblea y se dirigió a la prensa para avisar su desacuerdo con la decisión de promover a Yeza cuando, aseguraron, el pacto era que Bullrich sea la titular del cuerpo que define las políticas de alianzas del partido. Se fueron unos 20 delegados sobre un total de 150, liderados por Damián Arabia, Silvana Giudici, Pablo Walter y Laura Rodríguez Machado, entre otros.
El episodio implica no sólo la ruptura del PRO sino la ratificación de la dirección de Macri, quien no quiere perder la identidad partidaria del espacio que fundó años atrás. Poco antes del encuentro, Bullrich había publicado una extensa carta en X donde se adjudicaba los 6.000.000 de votos que logró Juntos por el Cambio (JxC) en 2023 y pedía “no quedarse, otra vez, a mitad de camino”.
“El debate que quiero dar en el PRO no es un debate de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo. No vamos a dar marcha atrás. Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos. Y en seis meses ya vemos un cambio inédito, conseguido contra viento y marea”, planteó la funcionaria en su texto, donde remató: “Avanzamos con fuerza y ayudamos a un triunfo electoral para construir un cambio de verdad, sin medias tintas. Y definitivo. Firmamos un contrato con la sociedad que no se puede romper”.
“Somos el cambio. El PRO no se fusionará con otros partidos. Apoyamos al gobierno de Javier Milei y todas las iniciativas que acompañen el cambio que la Argentina votó”, fue la respuesta que estaba escrita en el orden del día y que abrió la Asamblea, desatando la furia de la gente de la ministra de Seguridad.
Si bien los alcances de la ruptura no están claros –hay que ver las repercusiones que tendrá en los alineamientos del partido en el Congreso-, lo cierto es que el Gobierno se verá debilitado, ya que implica un alejamiento del respaldo de Macri, que ya a inicios de la semana había salido a marcar distancia con las políticas oficiales. La Casa Rosada, empero, intentó minimizar el episodio al considerar que la interna abierta entre Macri y Bullrich beneficiará a LLA, que buscará consolidarse como partido a nivel nacional para las legislativas de 2025. “Vamos a ir profundizando la relación con el PRO y Mauricio e va a seguir equivocando”, vaticinaban anoche desde el círculo rojo de Milei.