A 20 años de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 que desembocó en la caída del gobierno de la Alianza, que encabezaba el radical Fernando de la Rúa, aún se recuerdan algunas «frases célebres» que marcaron aquella época de crisis.
De la Rúa, quien se marchó de la Casa Rosada en helicóptero luego de cumplir dos años desde su asunción, realizó una serie de declaraciones desafortunadas días previos al estallido social que fue reprimido en el marco de un Estado de sitio, dejando un saldo de 39 muertos y cientos de heridos y detenidos en todo el país. .
El 22 de diciembre de 2000, el ex presidente grabó un mensaje navideño para informar que el Ejecutivo nacional había acordado un salvataje con el Fondo Monetario Internacional, en lo que fue un pronóstico totalmente alejado de lo que finalmente sucedería un año después.
«He anunciado un blindaje internacional que nos saca del riesgo y crea una plataforma extraordinaria para el crecimiento», expresó De la Rúa.
En tanto, el ex mandatario concluyó su mensaje con una frase que quedará para la posteridad: «El 2001 será un gran año para todos ¡Qué lindo es dar buenas noticias!».
«Aquí no hay crisis ni problemas», afirmó el ex presidente radical horas antes de la renuncia de su vicepresidente Carlos «Chacho» Álvarez, quien declinó a su cargo el 6 de octubre de 2000 luego de denunciar sobornos en el Senado de la Nación.
Pero la falta de credibilidad en el Gobierno nacional comenzó a aumentar luego de que, a principios de diciembre de 2001, el ministro de Economía Domingo Cavallo comunicó lo que finalmente se conocería como el «corralito».
«Hemos tenido que adoptar una medida transitoria de limitación a la extracción de dinero en efectivo y sólo se podrá hacer durante 90 días por cifra de 250 pesos semanales», indicó.
El clima de descontento social se hizo notar en las calles al grito del «que se vayan todos, que no quede ni uno solo», en un intento de repudiar las decisiones del gobierno de De la Rúa, lo que finalmente desembocó en un estallido social con epicentro en La Plaza de Mayo.
En una cadena nacional emitida el 19 de diciembre de 2001, el ex mandatario expresó: «Quiero informarles que he decretado el Estado de sitio en todo el territorio nacional e informado al honorable Congreso. Nuestro país vive horas difíciles que muestran la culminación de un largo proceso de deterioro».
«La situación requiere además de un amplio y responsable consenso para lograr las soluciones. Por eso, convoco una vez más a los partidos políticos, a los gobernadores provinciales y a los bloques legislativos del Congreso nacional para acordar las decisiones que exige la hora», subrayó.
Horas antes de que De la Rúa hiciera efectiva su salida anticipada del poder, el ex presidente realizó un infructífero llamado al diálogo: «Convoco a la responsabilidad de la dirigencia nacional y pido a mis compatriotas mantener la calma y colaborar para el restablecimiento del orden».
«Confío en que muy pronto, con la unidad nacional como bandera, retomaremos el camino del crecimiento y superaremos los problemas que trabaron nuestro progreso», enfatizó al final de aquella grabación que se transmitió por cadena nacional.
En el inicio del 2002, el entonces presidente Eduardo Duhalde fue el encargado de pronunciar una de las frases más conocidas e ironizadas por los argentinos: «El que depositó dólares, recibirá dólares».
Lo cierto es que lejos de aquella promesa incumplida, durante el gobierno interino de Duhalde se terminó la «convertibilidad», el peso dejó de valer un dólar, y también se optó por pesificar los depósitos bancarios de los argentinos.