Con la tensión generada por la decisión del Gobierno de clausurar el tratamiento del Presupuesto como fondo, el oficialismo y el PRO fracasaron ayer en su intento de aprobar en Diputados el proyecto de Ficha Limpia, que impide que personas condenadas por corrupción puedan ser candidatas, porque no lograron reunir el quórum necesario.
El impulso de la iniciativa se renovó luego de que la Justicia ratificara la condena contra la ex presidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad, pues la norma impediría que pudiera ser candidata en las legislativas de 2025. La propuesta iba a ser tratada en una sesión especial impulsada por el PRO, la Libertad Avanza (LLA) y la UCR “dialoguista” pero llegaron a juntar 128 diputados -les faltó uno- pese a la colaboración de la mayoría de los radicales díscolos de Democracia para Siempre y de Encuentro Federal, el bloque de Miguel Angel Pichetto.
Si bien el fracaso se podría endilgar al diputado del PRO Alejandro Finocchiaro, que sufrió un preinfarto por la mañana en un café porteño – quedó internado-, lo cierto es que desató un pase de factura entre las bancadas que impulsan la iniciativa, principalmente el PRO, que prometió volver a la carga la próxima semana. Ocurre que el presidente de la cámara baja, Martín Menem, se apuró a levantar la sesión apenas se cumplió el horario reglamentario y no hizo lugar al pedido del PRO de esperar 15 minutos. Además, en el bloque libertario hubo algunas ausencias que impidieron llegar al quórum. “Al enemigo lo queremos vivo”, admitió una fuente libertaria en un diario porteño, en referencia a la posible candidatura de Cristina Kirchner en 2025, que la ley impediría.
Margarita Stolbizer acusó al presidente Javier Milei de provocar el fracaso de la sesión y aseguró que “Ficha Limpia va a salir porque la vamos a votar quienes en serio buscamos transparencia, para que los corruptos no lleguen al Congreso a conseguir fueros. Y vamos a incorporar también a los funcionarios que se nombran por decreto”. Desde el PRO le pegaron al radicalismo: “El baile de la silla, de los (Faundo) Manes boys. Estaban más apurados por ponerse de pie que los delegados al Congreso de Tucumán”, tuiteó Fernando Iglesias al respecto, acusando al nuevo bloque radical.
“El bloque al que pertenezco fue el primero en sentarse para garantizar quórum (…). ¡No desinformen!”, respondió la radical Marcela Coli, mientras que Rodrigo de Loredo aprovechó para pegarle al gobernador de Córdoba. “En esta el PJ de Córdoba es coherente. Nuevamente por dos diputadas que responden al Gobernador (Martín) Llaryora se cayó la sesión para tratar Ficha Limpia para que los corruptos no puedan ser candidatos”, afirmó.
Llamarían a extraordinarias, pero sin el Presupuesto 2025
En un nuevo giro de su estrategia parlamentaria, el Gobierno analizaba ayer convocar a sesiones extraordinarias del Congreso desde el 1° de diciembre, pero con un temario donde no aparece el Presupuesto 2025 sino otros proyectos: la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), además de cambios al sistema de financiamiento y la Ley Orgánica de Partidos Políticos.
La estrategia dejaría afuera a los gobernadores de toda negociación posible sobre el manejo de los recursos en 2025, ya que implicaría la caída del Presupuesto y la necesidad de gestionar con la norma de 2023, lo que garantiza el manejo discrecional de los fondos por parte del presidente Javier Milei. Para más, los proyectos que se analizarían en extraordinarias serían la eliminación de las Paso y la modificación del sistema financiamiento de los espacios políticos, que eliminaría los aportes del Estado a los partidos para sostener sus campañas.
En su lugar, el proyecto amplía los aportes de personas y entidades privadas y elimina los límites a los gastos en campaña. La iniciativa también elimina la distribución de espacios públicos para la campaña, que pasará “a ser libre: hay libertad de contratación, deja de estar regulado el tema”, según anticiparon fuentes oficiales. De esta manera, el Ejecutivo daría un doble golpe a los partidos y mandatarios opositores, al retacearle los recursos del Presupuesto 2025 y del Estado para las elecciones.