Pese a que cuenta con el respaldo del gobierno nacional, el flamante juez de la Corte Suprema Manuel José García-Mansilla analiza presentar en las próximas horas su renuncia al cargo, tras el amplio rechazo que generó su postulación en el Senado, donde recibió más votos en contra que el pliego de Ariel Lijo.
García-Mansilla accedió hace 39 días a la Corte Suprema de Justicia gracias a un decreto del presidente Javier Milei que le permitió saltearse el trámite ordinario en el Senado, que finalmente la semana pasada ratificó su rechazo a la designación en una votación contundente: 51 sufragios en contra versus 20 adhesiones. A diferencia de Lijo, polémico juez de Comodoro Py, el académico García-Mansilla logró jurar en el máximo tribunal del país gracias a la celeridad de sus pares, que le tomaron juramento a 48 horas del dictado del decreto presidencial que lo nombró “en comisión” hasta fines del actual período legislativo.
Sin embargo, en vistas de la inédita situación planteada con el rechazo del Senado a su postulación y el repudio unánime que genera en el mundo jurídico y académico, el magistrado renunciaría esta semana al cargo pese a que el Ejecutivo presentó en las últimas horas un recurso de “per saltum” al máximo tribunal para sostenerlo, solicitando que frene la medida cautelar del juez Alejo Ramos Padilla que ordenó que García-Mansilla se abstenga de firmar nuevos fallos.
«Si renuncia es una decisión personal de él. Lo que siempre vamos a defender es la constitucionalidad de la designación en comisión«, aclararon en el Gobierno tras la presentación del “per saltum”. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, insistió en que “la constitucionalidad de un acto lo juzga la Corte Suprema, es el último órgano y la Corte ratificó los decretos del presidente Milei designando en comisión a García-Mansilla y a Lijo porque de hecho le tomó juramento a García-Mansilla”. “De lo que resolvió el juez kirchnerista Ramos Padilla(pienso que) fue con intencionalidad política. Tenía escrita su resolución antes de que saliera la del Senado rechazando los pliegos”, agregó Francos, quien incluso se cruzó con el juez supremo Ricardo Lorenzetti por el tema.
Precisamente, la palabra de Lorenzetti pareció abortar la última estrategia que le quedaba a García-Mansilla, que el jueves a la noche dejó trascender que consultaría a sus pares del máximo tribunal sobre la decisión que debería tomar. Resultó sugestivo, en este sentido, que el viernes no se presentara en sus oficinas del cuarto piso de Tribunales, ni se conectara de manera remota con sus compañeros para aclarar la estrategia que seguiría.
Tras el rechazo de la Cámara alta, crecieron las críticas en todos los ámbitos a su persistencia en la Corte Suprema, exigiendo su apartamiento. De confirmarse la renuncia, la Corte volverá a funcionar con tres integrantes: su presidente Horacio Rosatti, Carlos Rozenkrantz y el citado Lorenzetti, ya que el Senado también rechazó la postulación de Lijo, quien nunca llegó a asumir dado que el propio máximo tribunal no aceptó que pidiera licencia en Comodoro Py para entrar al cuerpo.
Cruces del Gobierno con Lorenzetti
“Yo nunca aceptaría ser designado por decreto. Eso yo lo dije en infinidad de oportunidades. Y además creo que hay que ser coherentes en la vida. Yo lo dije muy claramente hace muchos años al presidente (Mauricio) Macri. En ese momento éramos cuatro y le sugerimos que no era conveniente. Bueno, ahora el Presidente (Javier Milei) tomó otra decisión y desde el punto de vista del Poder Ejecutivo es entendible”, aseveró el viernes el juez de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti al hablar de la situación de su par Manuel García-Mansilla, en una entrevista donde intentó “dar tranquilidad a la población” porque “la Corte es una institución que va más allá de las personas que la integramos”.
“La Corte ya resolvió y le tomó juramento”, le respondió Guillermo Francos, quien enfatizó: «Tampoco sé si Lorenzetti habrá estado en la toma de juramento del juez García-Mansilla, no sé, la verdad que a veces uno hace declaraciones que no tienen fundamentación con la propia historia«.
Ramos Padilla aísla al juez supremo
Luego de la votación en el Senado que rechazó los pliegos del Gobierno para la Corte Suprema, el juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, ordenó que Manuel García-Mansilla se abstenga de firmar nuevos fallos mediante una medida cautelar que durará tres meses.
La situación del catedrático es distinta a la de Ariel Lijo, el otro magistrado propuesto por el Poder Ejecutivo, ya que García-Mansilla juró en el máximo tribunal y firmó más de 50 resoluciones. Ramos Padilla explicó que su fallo se extiende a todos los integrantes del máximo tribunal -Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti-, que deben abstenerse de darle conocimiento de los casos del tribunal a García-Mansilla.
“No es una cuestión de nombres: ni de García-Mansilla, ni Ariel Lijo; es un procedimiento que está bajo análisis del Poder Judicial y a prima facie se considera contrario a ciertas normas de la Constitución Nacional y esto rige para todos (los jueces de la Corte), porque todos conocen que deben abstenerse de que García-Mansilla tome conocimiento de los expedientes”, explicó Ramos Padilla en un diálogo radial, donde aclaró que “lo que se analizó fue la idoneidad del procedimiento de selección de los jueces”.
Amplio rechazo en el mundo académico y judicial
Un grupo de profesores de derecho que incluye a especialistas de diversos perfiles ideológicos y políticos reclamó el viernes que Manuel García-Mansilla renuncie al máximo tribunal luego de que el Senado rechazara su pliego para el cargo.
“En nuestro carácter de profesores/as, docentes e integrantes del ámbito académico jurídico de todo el país, solicitamos el cese inmediato del Dr. Manuel García-Mansilla en las funciones”, dijeron los firmantes, que además de reconocidos académicos incluyen a jueces y fiscales, quienes advirtieron: “No estamos dispuestos a aceptar que la enseñanza del derecho se convierta en nuestro país en un relato de ficción”.
Tras destacar el rechazo del Senado a su designación, enfatizaron que “esta grave situación vulnera las garantías de los justiciables y compromete el valor de las decisiones de la Corte Suprema, afecta la confianza social en el tribunal, y su legitimidad como máximo intérprete de la Constitución”. “Por respeto a la Constitución Nacional y al derecho que juró respetar, el Dr. García Mansilla debe apartarse del cargo para el que finalmente no ha sido designado”, concluyeron.
Por su parte, el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal reclamó que se acate lo resuelto por el Senado y resaltó la situación “sin precedentes” que implica que García-Mansilla siga en el cargo. “Daña el prestigio del propio tribunal y a la Justicia toda”, afirmó la entidad porteña, que reclamó “un sistema judicial legítimo y confiable”.
“El Colegio Público desea realizar un llamado a la sensatez”, dice el comunicado, que destaca que “las discusiones acerca de la constitucionalidad de los nombramientos en comisión han pasado a un segundo plano: solucionar la crisis de legitimidad de la Corte exige ahora no solo un respeto profundo por las reglas y procedimientos constitucionales sino también gestos de responsabilidad institucional. De lo contrario, entraríamos en conflictos innecesarios y de graves consecuencias. Es preciso, asimismo, que las nuevas nominaciones a la Corte Suprema sean hechas con diversidad de género y a través del proceso participativo y transparente previsto en la normativa vigente”.
Maqueda también pidió la dimisión
El ex juez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, consideró que Manuel García-Mansilla, actual miembro del máximo tribunal designado en comisión por el presidente Javier Milei, debe “acatar” la decisión del Senado y presentar su renuncia. En una entrevista con Clarín, Maqueda enfatizó que, aunque el decreto del Presidente le otorgaba mandato hasta fin de año, el rechazo del Senado prevalece: “García-Mansilla tiene que acatar lo que decidió el Senado y renunciar”, sentenció.
Asimismo, también calificó como “una bravocunada” el decreto de Milei, que nombró en comisión a García-Mansilla y al juez Ariel Lijo en el máximo tribunal. En este sentido, Maqueda subrayó que “la designación de un juez a la Corte es un acto complejo, que requiere la participación del Ejecutivo y del Legislativo”.
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