El presidente Javier Milei encabezó ayer el acto central en homenaje a los caídos y los veteranos de la Guerra de Malvinas y, en cadena nacional, pidió inaugurar “una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas”, en un reclamo que volvió a levantar los fantasmas del pasado reciente.
Durante la actividad, que se llevó a cabo en el Cenotafio de la Plaza San Martín, estuvo acompañado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien intentó mostrar un gesto de distensión tras los cortocircuitos de las últimas semanas.
“El mejor homenaje a lo que dieron la vida por nuestro país es defender el reclamo inclaudicable por la soberanía argentina sobre las Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, pero un reclamo real y sincero, no meras palabras en foros internacionales, con nulo impacto en la realidad”, señaló Milei, quien convocó “al conjunto de la sociedad y a la dirigencia a que este 2 de abril inauguremos una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas que trascienda a este Gobierno, una era que rinda homenaje sincero a sus héroes dándole a las Fuerzas Armadas el lugar, reconocimiento y apoyo que se merecen”.
“No es coincidencia que poco y nada se haya avanzado en el reclamo por nuestras islas: somos, después de décadas, el primer gobierno que se hace cargo de esta situación”, aseguró el jefe de Estado, quien resaltó la figura del ex presidente Julio Argentino Roca y aseguró que “no existe soberanía sin prosperidad económica y (…) no existe prosperidad económica sin libertad económica”.
Sin embargo, poco después la vicepresidenta Villarruel pidió incluir el reclamo por la soberanía de las islas “en serio en las discusiones bilaterales con el Reino Unido”, aunque al mismo tiempo indicó que “los familiares de los veteranos de Malvinas sentimos que finalmente existe un Gobierno que reconoce el inmenso sacrificio de las Fuerzas Armadas”.
Al mismo tiempo, la canciller Diana Mondino dijo que no sabe cuánto tiempo le demandará a la Argentina recuperar las islas Malvinas, objetivo que “no es fácil” ya que la “Argentina perdió la guerra” contra Inglaterra, en 1982. Horas después, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió a destacar el discurso presidencial al considerar que la “reconciliación” que propuso “es una deuda de la democracia. Las Fuerzas Armadas han sido muy maltratadas durante los años de la democracia sin permitirle un rol efectivo”.
Por la tarde, el Gobierno cambió el nombre del “Salón de los Pueblos Originarios” de la Casa Rosada por “Héroes de Malvinas”, bajo el argumento de que en la gestión libertaria “volvieron a tener espacio nuestros próceres, los que definieron la extensión territorial de nuestra patria, como José de San Martín y Julio Argentino Roca”, en palabras del vocero presidencial, Manuel Adorni.
“No se puede tener como ídola a Thatcher”
En los actos por la conmemoración de la Guerra de Malvinas, el gobernador Axel Kicillof cruzó el presidente Javier Milei y le cuestionó la admiración que expresó por Margaret Thatcher, la ex primera ministra del Reino Unido a cargo del gobierno británico durante la guerra de 1982.
Estamos esperando que quien es hoy presidente de la Nación le diga al pueblo que no se puede homenajear y tener como ídola a Margaret Thatcher, que de manera traicionera mandó a matar a soldados argentinos”, afirmó Kicillof, quien consideró que “la soberanía no es sólo un discurso el 2 de abril, no es sólo portar los símbolos nacionales o cantar el himno: La soberanía hay que ejercerla y actualizarla todos los días”.
Por su parte, el ex secretario de Malvinas Guillermo Carmona sostuvo que “hay un proyecto desmalvinizador” por parte del Gobierno de Milei, por su “posición de pasividad” ante las “provocaciones” del Reino Unido.