La crisis social generada por el combo de inflación y recesión de la economía comienza a hacer mella en la imagen del presidente Javier Milei, a siete meses de su asunción. Así lo reflejan distintas encuestas que se publicaron en los últimos días y que midieron distintas dimensiones de la gestión oficial, no sólo la imagen positiva o negativa del jefe de Estado.
Un caso significativo fue el sondeo de Zuban Córdoba, que registró un rechazo del 54,2% para la figura de Milei, contra un respaldo del 43,6%. Otra figura fuerte del Gabinete, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, registra una imagen negativa superior a los 55 puntos, con 44,5% de positiva. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se acerca a los 60 puntos de imagen negativa, mientras que Karina Milei supera el 56% de rechazo. Por su parte, la vicepresidenta Victoria Villarruel tiene una imagen negativa del 49,3% y positiva del 48,7%.
A la vez, dos tercios de los encuestados consideran que la pobreza, el odio y la intolerancia están en aumento, mientras que crece la preocupación por el control del precio del dólar. “Quizás la sociedad empieza a mostrar cierta impaciencia con respecto al Gobierno, especialmente en el frente económico”, señalaron los analistas de Zuban Córdoba.
Otro estudio clave como el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) que difunde la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) registró este mes una baja de 3,7% respecto de junio. La administración de Milei obtuvo un resultado de 2,7 puntos, una cifra menor a la que obtuvieron al cumplir siete meses en el poder Mauricio Macri (tenía 12,3% más) y Alberto Fernández (6,2% más). La encuesta elaborada por Poliarquía Consultores se ha convertido en los últimos años en la brújula de la dirigencia política porque mostró una gran correlación con el nivel de votos que los oficialismos obtuvieron en las elecciones.
La de julio es la segunda caída consecutiva del gobierno de Milei en este índice: había bajado un 2,1% en junio, luego de que en mayo hubiera crecido 2,7% tras una cadena de caídas consecutivas en enero, febrero, marzo y abril. El ICG se elabora a partir de cinco ejes de evaluación: en cuatro de ellos, el Gobierno retrocedió con respecto al mes de junio, ya que sólo mejoró en “Capacidad para resolver los problemas del país (2,2% arriba). En cambio, cayó en “evaluación general del Gobierno” (-3,1%), “preocupación por el interés general” (-3,5%), “eficiencia en la administración del gasto público” (-4,7%) y “honestidad de los funcionarios” (-8,9%).
Acaso estos números se entiendan mejor con la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública (ESPOP) que ayer publicó la Universidad de San Andrés. El relevamiento arrojó que el principal problema que afecta al país para los ciudadanos actualmente es la pobreza (37%), seguido por la inflación, los bajos salarios y la inseguridad (32% en los tres casos), mientras que aparece cerca la falta de trabajo (30%). En cuanto al grado de conformidad con el actual escenario del país, el 63% de los consultados aseguran estar “insatisfechos por cómo marchan las cosas”, mientras que el 33% manifiesta estar satisfecho. Esto implica una caída de 8 puntos respecto a mayo, cuando un 41% expresaba satisfacción. Coherentemente, el 49% considera que la situación del país empeoró en relación a 2023, pero un 43% cree que mejorará el año que viene.