El Gobierno enfrentó ayer un paro nacional de transportistas que excedió el reclamo sectorial que aglutinó desde los camioneros a los pilotos de avión, trabajadores de subtes, trenes y barcos, contra el ajuste de Javier Milei y la falta de actualización de sus salarios. El reclamo sumó a un amplio abanico de organizaciones que se plegaron a la medida de fuerza, con idénticas demandas: las dos CTA, los trabajadores estatales, los universitarios, las organizaciones de la economía popular y los piqueteros.
La protesta mostró un recrudecimiento de la disputa con el Gobierno, que lanzó una insólita “guerra comunicacional” en contra de las medidas, enviando mensajes a celulares de miles de personas a través de la plataforma Mi Argentina o colgando textos en las pantallas gigantes de las principales estaciones de trenes y en los aeropuertos del país apuntando contra los sindicatos y sus dirigentes. “Los sindicalistas no te dejan trabajar. Por medida (SIC) de fuerza de los gremialistas Moyano y Biró para cuidar sus privilegios, este miércoles no habrá servicio de transporte”, decía uno de los textos, mientras otros pedían que “si te obligan a parar, llamá al 134”. El propio presidente Javier Milei publicó una foto irónica sobre el rol de los gremialistas en X y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, habló de un “boicot político” de un grupo funcional a un sector “que está tratando de organizarse para complicarle la vida a un Gobierno que no para de crecer”.
Pero lo cierto es que la protesta fue masiva en todo el país y abarcó a diferentes sectores perjudicados por el ajuste oficial y el atraso de sus salarios: desde docentes universitarios a trabajadores estatales, de la salud y los movimientos sociales se plegaron a la huelga, que alcanzó a los diferentes servicios de transporte (trenes, subtes, aviones, barcos y el traslado mercaderías) excepto los colectivos, que suspendieron a última hora el paro llamado para hoy.
Ante el ataque oficial, los sindicalistas del transporte redoblaron la apuesta y advirtieron que se trató de la “primera” medida de fuerza y que recién están “entrando en calor”. Los dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte subrayaron el “alto índice” de acompañamiento a la medida de fuerza y, con distintas frases, hicieron anticiparon que habrá más paros en los próximos meses contra las políticas de Milei. “Es el primer paso del plan de lucha. La semana que viene con los compañeros de la Mesa vamos a decidir qué vamos hacer de acá en más”, señaló Maturano, quien advirtió: “Si a nosotros nos atacan, nos defendemos”. “El Gobierno no sabe dónde se está metiendo”, agregó Biró, que destacó que “dejamos las diferencias de lado porque la unidad es necesaria, recién estamos entrando en calor”. A su vez, Pablo Moyano -también cotitular de la CGT- cuestionó a los gremios que no se sumaron a la protesta y a legisladores del justicialismo que votaron iniciativas libertarias como la Ley Bases, al aseverar que “la clase política traicionó a los trabajadores”
Por otro lado, las organizaciones piqueteras realizaron más de 500 cortes a nivel nacional e incluso se registraron incidentes en un depósito de Mercado Libre en La Matanza con la Gendarmería; mientas que los trabajadores de las universidades nacionales realizaron otro paro de 24 horas en reclamo de la convocatoria de la paritaria y la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) realizará hoy un paro de 24 horas “con permanencia” en el edificio para reclamar por mejoras salariales.
La UTA levantó la huelga de colectivos
Se levantó el paro de colectivos previsto para la jornada de hoy, luego de que el Gobierno llegara a un acuerdo con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los empresarios del sector.
Tras casi tres horas de negociaciones virtuales, se logró un aumento salarial para los choferes, lo que evitó la medida de fuerza que iba a afectar a varias líneas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
Las autoridades de la Secretaría de Trabajo mantuvieron la reunión con los representantes del gremio y las cámaras empresariales. De acuerdo a fuentes oficiales, las empresas habrían aceptado otorgarles un aumento a los choferes, que pasarían de cobrar un básico de $1.060.000 a uno de $ 1.200.000 a partir de enero, lo que representa un poco menos del 25% que reclamaban los sindicatos.