La UCR de Córdoba ratificó su rechazo al proyecto que pretende habilitar, por única vez, la re-reelección de los intendentes y jefes comunales en nuestra provincia. Cabe recordar que como dicha iniciativa no consiguió hasta el momento respaldos en buena parte del arco opositor en la Legislatura Unicameral, se postergó su tratamiento para fines de julio.
Sobre el particular, el presidente del radicalismo cordobés, Marcos Carasso, reiteró que “la posición del partido es muy clara: estamos en contra de la re-reelección de los intendentes”. En tanto, al ser consultado sobre los intendentes radicales del interior que solicitan ser habilitados para ir por un tercer mandato consecutivo, explicó que “se está pidiendo que se revea el artículo que se aprobó en el 2016 y que no sea retroactivo sino que sea para adelante”. “Pero como partido somos claros: no estamos de acuerdo. Al que más le interesa la re-re es al peronismo”, advirtió el también diputado nacional por la UCR en declaraciones al diario Puntal de Río Cuarto.
La decisión de aplazar el tratamiento en la Legislatura se tomó el fin de semana pasado. Y es, centralmente, por efecto de la negativa de los bloques de la oposición, especialmente del radicalismo (Juntos UCR), de rechazar el cambio en el artículo 7 de la ley –modificatoria del Código Electoral Provincial– aprobado en 2016 por impulso del gobernador Juan Schiaretti.
El objetivo de Hacemos por Córdoba era implementar el cambio a la brevedad. La principal hipótesis era que se aprobaría durante la presente jornada. Por eso, en los últimos días hubo diversos contactos entre representantes parlamentarios del oficialismo y de la oposición en procura de lograr algún grado de apoyo, reveló el matutino La Voz del Interior. Esas tratativas fueron inconducentes. El bloque radical que conduce Juan Jure tomó la decisión de rechazar cualquier cambio. Mientras que en la bancada de Juntos por el Cambio (integrada por un radical y cuatro parlamentarios del PRO), se inclinaban por la abstención.
Así, el peronismo, si avanzaba, debía acarrear en soledad con el costo político de cambiar las reglas de juego electorales. Ahora, el tema ingresará en una nueva fase de negociaciones, cada vez más condicionadas por la cercanía de los comicios de 2023.