Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) llegarán envueltas en un manto de fuerte incertidumbre por el crecimiento del ausentismo que se observó en los 18 comicios provinciales llevados a cabo en lo que va del año -en los que más de 5.000.000 de personas se ausentaron de la cita electoral-, a lo que se suman las repercusiones que podría tener el atroz crimen de la niña Morena Domínguez, que paralizó a la campaña y afectó a toda la clase política.
Algo más de 35.000.000 de argentinos están habilitados a participar de las primarias del próximo domingo, que además de consagrar a los candidatos presidenciales que se presentarán en los comicios generales del 22 de octubre serán la primera gran prueba electoral del año a nivel nacional para las principales coaliciones, la oficialista Unión por la Patria (UxP) y la opositora Juntos por el Cambio (JxC). Por primera vez, sus protagonistas tendrán una cifra estadística que marcará sus límites y posibilidades de cara a los comicios presidenciales.
En lo concreto, hay 27 fórmulas presidenciales en juego y 4.168 aspirantes a diputados y senadores nacionales que jugarán su suerte el domingo. A diferencia de lo que ocurrió en 2019, cuando no hubo necesidad de definir ningún candidato al Ejecutivo en las Paso, ahora tanto UxP como JxC y la izquierda dirimirán sus fórmulas presidenciales.
Pese a ello, la clase política está en vilo por la posibilidad de que se registre un alto ausentismo, como viene sucediendo en los comicios provinciales. “Se trata de elecciones muy particulares que se dan en un contexto socioeconómico complejo, con un clima de mayor incertidumbre social respecto de elecciones anteriores. Si tenemos que explicar una potencial caída en la participación, deberíamos prestar atención a la insatisfacción ciudadana respecto del sistema político”, señaló ayer la directora de Comunicación de la consultora Analogías, Marina Acosta, quien sentenció: “El principal interrogante es conocer el nivel de participación que habrá”.
“Claramente la distribución de la participación puede afectar los resultados”, amplió Acosta, quien ratificó que “hay un escenario abierto” con una “estructura de paridad o empate entre las dos grandes fuerzas”, en referencia a UxP y JxC. Respecto a la influencia potencial que podría tener el caso de Morena, entendió que “en principio, no creemos que impacte de modo determinante en los resultados”.
Con el 37,04% del padrón electoral del país, sin embargo, la provincia de Buenos Aires asoma como el principal distrito a conquistar para tener pretensiones de triunfo en los comicios nacionales de octubre, por lo que las potenciales repercusiones del caso Morena preocupan tanto al oficialismo como a la oposición –el distrito donde ocurrió el asesinato, Lanús, es gobernado desde hace 8 años por Néstor Grindetti, candidato a gobernador en la provincia de Patricia Bullrich en JxC-. “Esto cambió la campaña pero (la suspensión de) los actos es lo de menos, nunca es bueno que la gente vaya a votar con rabia”, admitió ayer una fuente de UxP en la prensa porteña.
“Se redefinió abruptamente la agenda, quedó desplazado el monopolio de la economía, el dólar blue y una larga lista de efectos más”, aseveró a su vez el analista Zuleta Puceiro, quien si bien evitó hacer conclusiones consideró que “los medios y las redes sociales paralizaron a la política violentamente y dejaron ‘off side’ a candidatos, dirigentes y campañas”. “Estas situaciones, con o sin elecciones, genera la misma reacción general que es hacer responsable a la política, a la dirigencia. Y en este contexto en el que estamos, de distanciamiento, de escepticismo y con muchísimas demandas, especialmente en el tema seguridad, obviamente que afecta en general a todos”, agregó la socióloga Analía del Franco, quien entendió que “puede aumentar el escepticismo (…), provocar más distanciamiento y esto puede producir pocas ganas de ir a votar. Estos hechos redundan en la desazón, la distancia, el discurso antidirigencia y la antipolítica”.
Por lo pronto, los comicios del domingo se presentan como un desafío mayúsculo en términos de organización, ya que además de las categorías de Presidente y Vice se eligen candidaturas para senadores nacionales en ocho jurisdicciones (Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz) y diputados nacionales en el total de los 24 distritos del país. Las autoridades electorales ya anticiparon ayer que aguardan un escrutinio “de largo aliento” por las complejidades de la votación, sobre todo en la provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, donde los datos oficiales del conteo provisorio comenzarán a ser publicados “cuando haya una tendencia consolidada”, según informaron.
1.000.000 de jóvenes votan por primera vez
Un total de 1.168.033 jóvenes de 16 y 17 años están habilitados para votar por primera vez en las Paso del próximo domingo y en las generales del 22 de octubre -así como también en un eventual ballottage el 19 de noviembre-, una cifra que representa el 3,3% de los electores que figuran en el padrón nacional.
“Todos los jóvenes que cumplan 16 años entre el 13 de agosto y el 22 de octubre están incluidos en el padrón y podrán votar por primera vez”, explicó el secretario de Actuación Electoral, Sebastián Schimmel, quien señaló que también podrán sufragar en las Paso aquellos que “para el 13 de agosto tengan 15 años, porque lo importante es que tengan 16 años al 22 de octubre, según lo prevé la ley”.
Sin embargo, es una incógnita el nivel de participación que tendrán los jóvenes, al punto que organismo como Unicef y Amnistía Internacional realizaron una campaña para “incentivar su participación activa”.