Las críticas a la propuesta de dolarizar la economía argentina que promueve el candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, comenzaron a multiplicarse no sólo en nuestro país, sino también en el centro del capitalismo mundial: Estados Unidos.
Por un lado, Robin Brooks, el economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, según su sigla en inglés, que agrupa a los bancos internacionales), sostuvo que se trata de una “idea terrible”. “La dolarización es una idea terrible; la última vez que se intentó esto terminó en una gran devaluación que lo descarta para siempre como un objetivo de política. El peso está, incluso con la devaluación reciente, muy sustancialmente sobrevaluado, solo mire su nivel frente a Brasil y Turquía”, indicó el economista jefe del IIF, entidad que agrupa a los bancos internacionales.
Por otra parte, el ex represente de Estados Unidos en el directorio del FMI durante el gobierno de Barack Obama, Mark Sobel, expresó en un artículo que “con la ‘sorprendente’ victoria de Javier Milei en las elecciones primarias de Argentina, los inversores mundiales se centran ahora en sus propuestas de política económica, muy poco ortodoxas, de fuerte austeridad fiscal, liberalización y dolarización y, por extensión, de abolición del Banco Central”. “Independientemente de quién gane la presidencia, Milei tiene razón al pedir una consolidación fiscal masiva para frenar el exceso de endeudamiento y liberalizar la economía (…). Pero la dolarización sería una apuesta demasiado arriesgada. No hay soluciones milagrosas para los problemas del país, sólo trabajo duro”, aclaró el director del Official Monetary and Financial Institutions Forum.
“Dolarizar la economía es atractivo a primera vista”, puesto que “en teoría, la inflación debería disminuir brusca y sosteniblemente, con la credibilidad del país ligada a la política monetaria estadounidense”, graficó. “Pero la dolarización es una estrategia ‘sin salida’ potencialmente peligrosa. Podría sembrar la semilla de una gran contracción y un colapso, al tiempo que desvía la atención del duro trabajo de arreglar la economía”, indicó y alertó que “con la dolarización, el crecimiento de Argentina dependerá de un superávit por cuenta corriente y de la entrada de capitales: esto puede ser factible con un fuerte crecimiento mundial, altos precios de las materias primas, inversiones atractivas, un sólido Estado de derecho y una moneda infravalorada”, detalló. “Pero la experiencia de Argentina en la década de 1990 y principios de 2000 es una advertencia extrema (…): Argentina perdió competitividad exterior, el crecimiento se desplomó y el desempleo y el déficit por cuenta corriente se dispararon”, completó.
“El plan de convertibilidad era una caja de conversión, no una dolarización total. Sin embargo, aunque resultó beneficioso para la inflación, no estaba suficientemente respaldado por políticas macroeconómicas de apoyo y carecía de resistencia frente a las perturbaciones, lo que contribuyó en gran medida a la falta de sostenibilidad y al colapso del crecimiento. La dolarización se enfrentaría a los mismos retos y riesgos”, amplió el ex funcionario del Tesoro de Estados Unidos, quien aclaró que “la dolarización también plantea enormes problemas técnicos: se necesitan dólares para respaldar la dolarización, pero las reservas netas argentinas son actualmente negativas. Las autoridades financieras pierden significativamente toda capacidad de actuar como prestamista de última instancia, lo que sólo puede aumentar la vulnerabilidad del sistema”.
Economistas consultados por BBC Mundo consideraron también que es “poco probable que la dolarización se pueda implementar” en nuestro país e incluso que si llegara a ocurrir “no sería la solución a los problemas de fondo de la economía”. “Dolarizar la economía argentina de un día para el otro es casi imposible porque el Banco Central no tiene dólares”, afirmó Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo, quien explicó que el país “debería pedir dólares prestados, pero como tiene una alta tasa de endeudamiento, es muy improbable que consiga esos préstamos”. “A simple vista la respuesta es no (a la dolarización) a menos que se haga a un tipo de cambio estrafalario”, consideró a su vez el economista ultraliberal Ricardo Arriazu.
Cruces del candidato de LLA con China
El candidato presidencial por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, salió a afirmar ayer que en caso de ganar las elecciones no mantendrá relaciones comerciales con China ni Brasil porque no quiere “pactos comerciales con comunistas”, lo que motivó una respuesta del gigante asiático.
“Si el señor Milei viene personalmente a China para ver, estoy convencido de que dará una respuesta completamente diferente a la pregunta de si el pueblo chino es libre o no, si el país es seguro o no”, dijo el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, quien destacó que “China es un Estado de derecho y la libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por la Constitución como sagrada e inviolable”.
“Nuestros ejes son el librecomercio, la paz, la libertad y alinearnos con Occidente dónde los máximos referentes son Estados Unidos e Israel. En cuanto a China serán socios comerciales del sector privado. Nosotros no hacemos pactos comerciales con comunistas”, había dicho Milei.