Los gremios estatales cordobeses repudiaron ayer los despidos masivos aplicados en la Petroquímica Río Tercero, que decidió cerrar la planta que producía diisocianato de tolueno (TDI).
Esa determinación se tomó de modo intempestivo y sin anuncios previos en el marco de un procedimiento preventivo de crisis, que arrancó en abril de este año. La empresa distribuyó un comunicado anunciando que habría 125 cesantías, un tercio de los trabajadores que ocupaba la planta.
Finalmente, fueron 127 trabajadores los que recibieron telegrama de bajas. Pero además, comunicaron 125 suspensiones, totalizando un total de 252 personas alcanzadas por las determinaciones de la compañía.
“El cierre de la planta, consecuencia de las políticas económicas del gobierno nacional, afecta de manera directa a más de 100 trabajadores y sus familias e impacta también sobre otros sectores, que dependen de esta industria, generando un efecto dominó que perjudicaría aún más la economía de la zona”, alertaron sindicatos tales como el SEP, Legislativos, UEPC, Suoem, Casinos, Judiciales, Lotería, Bancarios, Sadop, Gráficos, Luz y Fuerza, UPS, Ademe, Amet y Sivialco, entre otros.
Al respecto, indicaron que mientras aguardan “la apertura de un espacio de diálogo”, expresaron su “solidaridad con las y los trabajadores despedidos y acompañamos el reclamo del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de Río Tercero por la restitución de todos los puestos de trabajo”.