El diputado Máximo Kirchner cuestionó los pagos que se avecinan al Fondo Monetario Internacional (FMI) y pidió el armado de una «mesa política» en el Frente de Todos (FdT).
En una entrevista con «El cohete a la Luna», el presidente del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires volvió a criticar la gestión del exministro de Economía Martín Guzmán.
«Se nos van a venir encima el 2024, el 2025, el 2026 y la exigencia de todos esos vencimientos, mientras deberíamos estar preparando a nuestros pibes y pibas para el uso de herramientas tecnológicas en un mundo que va a generar cada vez menos trabajo tradicional», sostuvo sobre los pagos al FMI, al elogiar además el plan Conectar Igualdad que propone «familiarizar a los pibes en el uso de la tecnología y en el despliegue de su creatividad».
En ese sentido apuntó que «pero para que eso ocurra, nuestros pibes tienen que estar bien alimentados. ¿Pueden estar bien alimentados con estas políticas del Fondo?», se preguntó entonces.
En varios tramos de la extensa entrevista volvió a criticar al organismo de crédito internacional y al Gobierno del expresidente Mauricio Macri por haber contraído el crédito con ellos.
«Imaginate si Larreta, Massa, De Pedro, Fernández, Cristina, Manes y hasta la Izquierda se presentasen ante el FMI y le dijesen: ‘Así no podemos’. Imaginate si al FMI no le quedase otra que entender que no hay una quinta columna en el país que busca sacar tajada política del daño que provoca el endeudamiento, que no cuenta con una estructura política que aproveche el castigo que ocasiona a un gobierno democrático la sumisión a sus políticas», planteó el diputado.
Al reclamo de consensos nacionales sumó lo mismo pero puertas adentro del FdT. «Todavía tenemos oportunidad para debatir e ir adelante, hemos reclamado la apertura de una mesa política, lo ha hecho Sergio Massa pero nunca pasa, nunca ocurre. Estamos a febrero de un año electoral y tenemos que explicarle a la sociedad qué es lo que sigue, porque esta ruta de vencimientos es impagable», sentenció.
En esa línea elogió la tarea del ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro. «Es muy importante el laburo que ha hecho Wado en el Ministerio del Interior, planificando y desarrollando junto a gobernadores un banco de proyectos, porque después no hay cómo suplir la ausencia en materia de recursos humanos», sostuvo.
«El talento argentino es un recurso invalorable, más importante que los cuatro climas. Pero si de verdad queremos un futuro mejor, no queda otra que revisar el cumplimiento de este acuerdo con el Fondo», añadió en este punto.
También se refirió a Cristina Kirchner y las embestidas en su contra. «A Cristina le dieron por todos lados, difundieron sus conversaciones con Parrilli, le reventaron la casa, le hicieron papa la salud de la hija, y aun así, va y les gana la elección», recordó sobre los comicios presidenciales de 2019.
Además consideró que «con la Justicia que tenemos, si Cristina quisiese presentarse a las elecciones le sacan la condena firme en cinco minutos».
«Ellos pensaron que el escarnio y la estigmatización a que sometieron a Cristina entre el ’16 y el ’19 iban a sacarla de la cancha» pero «les salió mal y se ganó la elección».
Agregó entonces que ese triunfo «transformó a Macri en el primer Presidente no reelecto: un tipo que tuvo la suma del poder público y privado, a quien el FMI le dio 45.000 palos verdes, que usaba el Poder Judicial a piacere y también a los servicios para espiar a propios y ajenos a sus órdenes. Y aun así hizo un desastre y perdió la elección».
En otro tramo de la entrevista contó la trastienda de su decisión de dejar la presidencia del bloque oficialista en Diputados, en desacuerdo con el arreglo sellado con el FMI y recordó que en ese momento dijo: «Hasta acá llegué».
«Deberíamos haber seguido negociando, ser más duros. Guzmán dijo todo el tiempo que iba a conseguir la eliminación del sobrecargo de las tasas, pero fue pura sarasa. Y eso que Cristina siempre lo bancó, por eso veo muy mal que la haya criticado», expresó sobre el exfuncionario.
Siempre en clave política y económica, hablando de la realidad nacional y del FMI, consideró: «Esta situación requiere que la dirigencia se plante no con una actitud patriotera sino de responsabilidad e inteligencia, porque hay 50 millones de personas que demandan soluciones reales, concretas y rápidas», advirtió.
En la misma línea continuó: «Quien tiene un rol fundamental en este asunto, que no puede esquivar, es Alberto Fernández, Presidente de la Nación y además presidente del Partido Justicialista, más allá de nuestros debates, discusiones y diferencias. La responsabilidad -que él decidió asumir, porque no fue obligado a ocupar el lugar donde está- está en sus manos».
Y acotó: «A veces me pregunto qué pensará (el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez) Larreta, con todo lo que gasta en pauta, cuando se ve cuatro puntos por debajo de Cristina a pesar de todo lo que intentaron contra ella».
Para Máximo Kirchner «después de la pandemia Cristina empezó a marcar algunas cosas en el terreno de lo económico y el Presidente lo tomó mal».
«Yo que he estado siempre ahí te puedo decir que Cristina nunca lo maltrató a Alberto, nunca en mi vida. Lo trató entre algodones», subrayó entonces.
Más adelante remarcó que «no somos un país cualquiera, tenemos industria satelital, industria automotriz, industria nuclear, podemos darle valor agregado al litio que necesitarán los vehículos híbridos» y marcó las posibilidades a futuro del país.
También opinó que «se percibe el agotamiento de un sistema que se concentra cada vez más, en materia de ingresos», y se lamentó porque en el mundo «hay un nivel de sobre-explotación del hombre por el hombre» y «prima lo financiero sobre lo productivo».
Además habló de los medios «en manos del sector privado», donde «la comunicación está restringida, dirigida, domesticada» y consideró que «eso cambia la conversación pública».
Finalmente hizo un paralelo con la selección nacional. «Yo creo que los pibes que vienen pinchados, mucho bajón, mucha ansiedad, mucha depresión, ausencia de futuro en términos generales son capaces de leer el ejemplo de la Selección como una señal de que el conjunto puede primar sobre la vanidad y sobre las individualidades», indicó.