El presidente Javier Milei disertó este lunes en la Conferencia Global en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, frente a una platea de empresarios y economistas de ese país, ante quienes sostuvo que «Argentina tiene todas las condiciones para ser la nueva meca de Occidente».
«Es un país abierto a entablar relaciones comerciales con todo el mundo, que es además la mayor garantía posible de perpetuar la colaboración y alejarse de la guerra», remarcó. «Y hoy, por primera vez en 150 años, y a contramano de un mundo cada vez menos libre, la Argentina se convierte día a día en un país más libre», agregó.
Sobre el final de su exposición, el Presidente tuvo su mensaje más nítido hacia los hombre de negocios norteamericanos: «Son los héroes de la historia, si creen como yo, en la superioridad del capitalismo de libre empresa, en que Occidente se encamina a un lento pero seguro retroceso, en que el mérito, la ambición la libertad, la innovación y el optimismo son valores esenciales, quiero invitarlos a que apuesten por la Argentina».
«Ayudenmé ustedes, que son el progreso humano encarnado, a hacer a la Argentina la nueva Roma del Siglo XXI, a hacer a la Argentina una tierra de oportunidades para todos aquellos que estén dispuestos a habitar nuestro suelo», agregó.
Y les remarcó que «la baja capitalización de la economía fruto de 20 años de un populismo empecinado en destruir el capital, va a generar oportunidades de inversión enormes para aquellos que apuesten por el país».
Minutos antes, en su discurso recordó que lo que dijo en su exposición en el Foro de Davos, en enero pasado, «que aparentemente fue muy comentada, es que Occidente está en peligro».
«Está en peligro porque sus líderes hace tiempo se alejaron de las ideas de la libertad, ideas que hicieron de Occidente la hazaña civilizadora más importante de la historia humana», insistió Milei.
Por eso, se quejó de que «en vez de defender las ideas que generaron la prosperidad de la que todos aquí gozan, escuchan cantos de sirena que conducen inexorablemente al socialismo y en consecuencia a la pobreza».
«Para nosotros la única tarea del Estado es proteger la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos, para que cada uno pueda ser arquitecto de su propio destino. Es una visión parecida a la que sostuvieron todos los países prósperos de Occidente en los momentos grandes de su historia. La tarea del Estado no es poner plata inventada en el bolsillo de la gente», señaló.