Tal como en otras áreas de gobierno, la gestión de Javier Milei busca delegar en las provincias la responsabilidad del manejo de la crisis sanitaria desatada por la pandemia de dengue, sin tomar medidas como la vacunación o lanzar campañas de concientización, pese a que se trata de un brote histórico, con números de contagios y muertes seis veces mayores al año pasado -el último informe confirmó 129 muertes y más de 180.000 casos-.
“Son los distritos los que tienen que hacer frente al tema. Es un tema de las provincias”, ratificaron ayer fuentes muy cercanas a Milei en el diario porteño La Nación, una línea que ya había comenzado a transmitir el ministro de Salud, Mario Russo. El funcionario protagonizó en las últimas horas un raid de entrevistas en medios televisivos y gráficos donde insistió en que la función de su Ministerio de Salud es tener una “rectoría” ante las provincias con medicina “basada en la evidencia” y no “en factores externos que puedan condicionar las decisiones”.
Por “factores externos” se puede entender, por ejemplo, una supuesta “campaña de lobby” del laboratorio Takeda para imponer la vacuna contra el dengue, que produce. En un comunicado oficial, la cartera de Russo apuntó al respecto: “Instamos a las empresas vinculadas con la producción de las vacunas a evitar presiones que pretendan apresurar decisiones que puedan poner en riesgo a los argentinos”.
“La mirada que tenemos nosotros, como órgano rector que define calendarios de inmunización, es de suma prudencia. La vacuna que aprobó la Anmat ha superado la fase 3, se mostró segura y eficaz en personas de 4 a 16 años. Ahora bien, queremos recabar datos finales de fase 4, en Argentina y Brasil, para con la Comisión Nacional de Inmunización y ver en qué regiones y grupo etario sería útil aplicarla”, explicó el ministro, quien ratificó que solo “se está evaluando es la aplicación de la vacuna de forma segmentada”. “Esta vacuna no es de utilidad, no es efectiva para mitigar un brote”, ratificó en otra nota.
Respecto a la falta de repelentes, Russo consideró que “es un problema entre la oferta y la demanda” y ratificó que el Gobierno esperará que “el mercado” solucione el problema, sin intervención del Estado. Tampoco habrá campañas de concientización, si bien a comienzos de marzo el Gobierno hizo un spot para promover el descacharreo en las casas particulares y prevenir la propagación del mosquito. Pero sólo se difundió en estaciones de transporte público y en espacios cedidos al tema en medios de comunicación audiovisual, sin que el Gobierno hubiera puesto fondos para la campaña. En este contexto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, salió a ratificar ayer el respaldo de Milei a la gestión de Russo: el ministro “desempeña de manera exquisita sus labores”, aseveró.
Quirós defendió la vacunación
Ante la escasez de repelentes de mosquitos y el continuo aumento de contagios de dengue en el país, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, remarcó la necesidad de iniciar una campaña de vacunación contra el dengue con el objetivo de disminuir la cantidad de infectados y la mortalidad de la enfermedad.
Contra las dudas que plantea el gobierno de Javier Milei, Quirós señaló que la vacuna ya pasó los testeos correspondientes como para ser distribuida en la población.
“Me parece que no es un tema de opiniones, de la vacuna se ha publicado un trabajo donde se ha demostrado técnicamente la eficacia y seguridad”, apuntó el funcionario porteño, quien insistió en que las pruebas demostraron que “baja el riesgo de tener la enfermedad y, sobre todo, de tener la enfermedad grave”.
“Hay desinformación y desidia”
“El dengue está hace mucho. Pero en este momento hay una tormenta perfecta: choca la situación sanitaria que necesita de un Estado activo con un Gobierno cuya filosofía es que el Estado no esté en nada. Ese es el gran problema que tenemos”, señaló el biólogo y biotecnólogo Ernesto Resnik, quien aseguró que es fundamental que “haya un Estado presente” para controlar la crisis.
El especialista advirtió que “hay un pico de dengue que necesita ser controlado y desde el Gobierno lo único que hay es desinformación y desidia”.
“La vacuna ha sido probada por años. Esto no es Covid, donde necesitábamos una vacuna rápida y se obtuvo para uso de emergencia. Esta vacuna lleva cinco años de estudios clínicos. Ha sido probada y aprobada hasta por la Agencia Europea de Medicina, que todo el mundo respeta”, agregó.