El presidente Javier Milei encabezó anoche la presentación del Presupuesto 2025 en un discurso que brindó ante un Congreso menguado, en medio de una renovada disputa con la oposición por la aprobación de distintas iniciativas que desafían su objetivo de “déficit cero” en el Poder Legislativo, que el jefe de Estado ya vetó o prometió anular próximamente.
En un hecho inédito para la política argentina, Milei hizo una especie de acto de campaña para la presentación de la llamada “ley de leyes” en un día domingo, que fue transmitido en directo por cadena nacional, acaso porque se trata de su primer Presupuesto ya que hasta ahora viene gobernando con la norma de 2023, que extendió al inicio de su gestión. Ante un recinto que exhibió muchos lugares vacíos -debido a que buena parte de las bancadas de la oposición se ausentaron de la cita-, pero tribunas llenas de seguidores que no pertenecen al Parlamento -muchos jóvenes que alentaron ruidosamente al mandatario-, Milei intentó relanzar su Gobierno en medio de las internas que sacuden a La Libertad Avanza, mostrándose en compañía de su Gabinete, los legisladores propios y la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Si bien en su discurso no brindó ninguna precisión sobre las proyecciones de gastos e ingresos para el año próximo contenidas en la norma, más tarde se conoció que prevé un crecimiento del 5% del PBI, una inflación anual del 18,3% y un dólar a $1207. En el acto, Milei se concentró en dejar en claro que la búsqueda de “déficit cero” será el norte absoluto de su gestión, con un proyecto que “blinda el objetivo fiscal porque estará siempre garantizado, sin importar cuál sea el escenario económico”, según afirmó. “Este blindaje fiscal abre una nueva página en nuestra historia, hasta ahora desconocida: a partir de ahora la Argentina será solvente, con la consecuente baja del riesgo país y de la tasa de interés y en consecuencia el aumento de la inversión, de la productividad, del salario real y, en definitiva, la caída de la pobreza y de la indigencia”, agregó.
La otra certeza que dejó fue la decisión de respetar los compromisos de deuda como objetivo central de su Gobierno. “Estamos proponiendo una regla fiscal inquebrantable: el superávit primario debe exceder a los montos de los intereses (de deuda) por pagar”, explicó Milei, quien precisó que “el nivel de gastos estará condicionado por el nivel de superávit necesario” para saldar los intereses de la deuda externa y los compromisos con el FMI. Antes, incluso, había ratificado que “vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”, al hacer referencia a la reforma jubilatoria o la ley de presupuesto universitario y exigió a la oposición que presente iniciativas que contemplen el modo en que serán financiadas.
Por otro lado, Milei dedicó su discurso a hacer un repaso de las sucesivas crisis económicas de Argentina y cuestionar a la clase política, al populismo, al kichnerismo, a los “analistas políticos”, al propio Parlamento -al que acusó de “aprobar todas las iniciativas” que afectaron al pueblo- y a las provincias, a las que exigió un ajuste similar al practicado por su gestión, que volvió a calificar como “el ajuste más grande de la historia”. A la vez, hizo una enfática defensa de su Gobierno ante las críticas por supuesta “falta de gestión” y destacó que “desactivamos la bomba que heredamos, echamos a 31.000 ñoquis (…), eliminamos a los piquetes y reducimos el 71% de los homicidios en Rosario”. “Gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad”, sintetizó.
Fuerte reclamo para las provincias
En uno de los momentos centrales de su discurso, el presidente Javier Milei exigió a los gobernadores que acompañen la fuerte reducción del gasto público practicada por su gestión e incluso consideró que el crecimiento del país dependerá de ellos.
“A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias, en su conjunto, hagan un ajuste adicional de US$ 60.000 millones. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”, apuntó Milei, quien aseguró que “por cada peso que dejen de gastar las provincia o municipios, lo podrán devolver bajando Ingresos Brutos u otras tasas”; y aseguró que “los argentinos de bien estarán agradecidos” de esta decisión. Sin embargo, más allá de estas afirmaciones, el mandatario no dio precisiones sobre una posible baja de impuestos para ningún sector.
La oposición retrucó con los fondos de la Side
Legisladores y dirigentes de la oposición se hicieron eco del discurso del Presidente durante la presentación del Presupuesto ante un recinto a un tercio de su capacidad, sin asistencia plena de diputados y senadores.
Uno de los primeros en reaccionar fue el diputado Leandro Santoro (UxP) quien desde sus redes sociales le recordó a Milei que “el aumento de gastos Reservados para los espías de la SIDE que salió por decreto, no decía de donde salían los fondos”, en alusión a los dichos de Milei que minutos antes había dicho que vetará “todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”.
A su tiempo, la líder de izquierda Myriam Bregman se preguntó: “¿Ya dijo que todo ese chamuyo es para pagarle al FMI?”. “Lo que quiere decir el presidente es que va a cerrar el Congreso Nacional si no se votan las leyes que le gustan. Lo curioso es que está ‘presentando’ un proyecto en ese Congreso que quiere cerrar”, agregó Juliana Di Tullio (UxP).