La candidata a diputada nacional de La Libertad Avanza por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cordobesa Diana Mondino, defendió ayer el plan tendiente a dolarizar la economía para que «la Argentina deje de dar lástima en el mundo».
Al exponer en la Bolsa de Comercio de Córdoba, la también titular del Banco Roela advirtió que «la destrucción de incentivos ha sido muy fuerte; tenemos que volver al hecho de que quien hace las cosas mejor, le vaya mejor. Tenemos que revalorizar los incentivos».
«Básicamente, la Argentina tiene un problema fiscal, gasta más de lo que tiene. Encima gasta mal, de manera ineficiente. Sistemáticamente, durante 50 años se gasta más de lo que ingresa. Echamos la culpa a lo que no es lo más relevante; toda la deuda con organismos internacionales equivale al 20% de toda la deuda y encima no la pagamos. Tenemos que gastar menos. Una de las formas de generar mayores incentivos, es la dolarización, impedir que se pueda emitir. Es básicamente respetar la Constitución «, repasó Mondino en su discurso.
A continuación, anticipó que en caso de que Javier Milei se convierta en el nuevo presidente de la Nación a partir del 10 de diciembre del presente año «dos temas van a plebiscito: el aborto y la dolarización, nada más».
«La dolarización capta la atención de la gente; es notorio cómo se está dolarizando la economía: alquileres urbanos; alquileres en el campo. Hay que distinguir dolarización de cepo. Los gobernadores harían cuasi monedas porque se seguiría gastando mucho. Porqué en otros lados aprendieron. Si hay que pagar el costo de una solución, por qué la gente recibiría un bono, una cuasi moneda. Si logras flexibilidad, competitividad, productividad puede no ser necesaria. La experiencia argentina muestra que no es así. La dolarización es simplemente nunca más», sostuvo.
En otro tramo de su mensaje, la economista evaluó que «la Argentina tiene que dejar de dar lástima en el mundo, dejar de mendigar. Los tratados hasta ahora han sido solo tratados arancelarios, imaginen que podamos hacer tratados donde homologamos organismos de control. Esto daría gobernanza, características anticorrupción y se le quitaría discrecionalidad a Argentina. Los embajadores deberían elevar el prestigio de Argentina en el mundo, llevar la cultura y abrir puertas comerciales».