El ex ministro de Seguridad provincial Alfonso Mosquera, declaró ayer como testigo en la 24º audiencia del juicio por el crimen del adolescente Valentino Blas Correas, asesinado por la Policía de Córdoba en la madrugada del 6 de agosto de 2020. En su exposición, Mosquera aseguró que el homicidio de Blas es un caso de “violencia institucional” y responsabilizó por el hecho a la actual jefa de la fuerza, Liliana Zárate Belleti, y a su antecesor, Gustavo Vélez, quien declarará hoy.
Al iniciar su exposición, el actual legislador calificó al asesinato de Blas como un “acto de violencia institucional y flagrantemente violatorio de los derechos humanos”. Asimismo, en el juicio por jurados que se desarrolla en la Cámara octava del Crimen en Tribunales II, dijo que el homicidio del adolescente “constituye una de las páginas más oscuras de la Policía de Córdoba”.
Sobre los disparos al Fiat Argo donde se trasladaba Blas Correas y sus amigos, Mosquera sentenció: “Si no había intercambio de disparos de armas de fuego, si no había sido utilizado el auto como arma impropia, no había motivo para abrir fuego”. Asimismo, Mosquera recordó que la noche del trágico episodio, al enterarse del asesinato, le ordenó a Vélez, por medio de una llamada telefónica, “hacer de la Policía una caja de cristal y asegurar la investigación”.
El funcionario también aseguró que Zarate Belleti era la responsable, como jefa de Recursos Humanos de la Policía de Córdoba al momento de la muerte de Blas, de que los efectivos Lucas Gómez y Javier Alarcón, acusados como autores materiales del crimen, estuvieran trabajando en la calle armados, pese a tener otras causas penales aún pendientes y, en el caso de Alarcón, de no haber aprobado un test de tiro. “Siempre fui informado de que todo el personal policial que portaba un arma era idóneo y preparado”, agregó Mosquera, en referencia a Vélez, que prestará declaración hoy.
El auto prestado a Cumplido fue un “favor personal”
Con respecto al automóvil que recibió el ex comisario Gonzalo Cumplido, encargado de la seguridad al sur de la Capital (vehículo a nombre de un empleado de rango menor del mismo ministerio llamado Mario Vicente Valverde), la respuesta que dio Mosquera ante el tribunal fue que el préstamo se trató de un “favor personal” de él hacia Cumplido, luego de enterarse que a Valverde “le sobraba” un auto, por lo que decidió pedírselo prestado. Y agregó que, a la nafta, al seguro y a los impuestos se los pagaba él de su “propio” bolsillo.
En otro punto de su exposición, el ex ministro relató que se comunicó con el gobernador Juan Schiaretti y reveló que, en 30 años, nunca lo vio “tan apesadumbrado e indignado por lo acontecido”.
Luego del diálogo, recibió tres directivas: tomar contacto con los familiares de Blas, ponerse a disposición del fiscal e ir a fondo en la investigación. Por otra parte, sobre el arma “plantada” en la escena del crimen, el legislador aseveró que se enteró de la situación por los medios y que “desde la Policía, nunca se me informó que el arma había sido implantada”.
Además, el fiscal Fernando López Villagra le preguntó si le llamaba la atención que se traslade un arma “trucha” dentro de un móvil policial. “No me llama la atención, me parece aberrante”, respondió Mosquera.