En un intento por consolidar su poder en el Congreso de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre, el Gobierno nacional abrió una nueva ronda de negociaciones con gobernadores aliados, en medio de un clima de tensión con las provincias por iniciativas sensibles como los vetos a los aumentos jubilatorios y la coparticipación de fondos.
Durante las últimas semanas, referentes del oficialismo recibieron en la Casa Rosada a varios mandatarios provinciales, entre ellos Carlos Sadir (Jujuy), Rolando Figueroa (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gustavo Sáenz (Salta), con el objetivo de cerrar acuerdos tanto políticos como electorales.
Las negociaciones avanzan con mayor solidez en distritos como Mendoza y Entre Ríos, donde las alianzas con Cornejo y Frigerio estarían a punto de ser oficializadas. En tanto, se espera que el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, visite esta semana la sede gubernamental para seguir puliendo entendimientos.
Según fuentes de La Libertad Avanza (LLA), la estrategia oficial consiste en garantizar una oferta electoral sólida en cada provincia y minimizar el impacto del peronismo, en especial en jurisdicciones donde los gobernadores decidieron no aliarse al oficialismo, como Tucumán, Misiones, Neuquén, Chubut y Catamarca.
El encargado de articular estos vínculos con las provincias es Eduardo «Lule» Menem, mano derecha de Karina Milei, aunque en los últimos días se sumaron a la mesa de negociación el presidente de Diputados, Martín Menem; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el vicejefe del Interior, Lisandro Catalán. A ellos se sumó también el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, quien participó de las conversaciones que incluyeron temas económicos clave como la situación de la empresa interestatal YMAD.
Uno de los puntos más sensibles para el Ejecutivo es frenar el avance de proyectos con media sanción en el Senado, como el que modifica la distribución del Impuesto a los Combustibles y otro que busca coparticipar automáticamente los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). En ese marco, el oficialismo evalúa introducir cambios al texto del segundo proyecto para desactivar el malestar entre los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño.
“La coparticipación automática de los ATN es un tema discutible, hay espacio para el diálogo. Pero tocar el Impuesto a los Combustibles afecta directamente al equilibrio fiscal”, advirtieron desde Balcarce 50, al tiempo que destacaron la “buena predisposición” de los gobernadores para llegar a consensos.
Así, el Gobierno apuesta a cerrar un frente interno ordenado y asegurarse respaldo parlamentario en votaciones clave, mientras busca consolidar alianzas que le permitan enfrentar el desafío electoral de octubre con mayor fortaleza.