El Gobierno nacional avanza con una de las propuestas más polémicas incluidas en el borrador de la reforma laboral: la creación de los llamados “salarios dinámicos”, un esquema que apunta a modificar la estructura tradicional de los convenios colectivos y que ya despertó fuertes resistencias en el movimiento sindical.
La iniciativa, impulsada desde la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, plantea un nuevo sistema de actualización salarial basado en la situación productiva y financiera de cada empresa o región. Según explicó el secretario Julio Cordero, el objetivo es “reordenar las referencias salariales” para dar más flexibilidad al sistema y evitar indexaciones automáticas vinculadas a la inflación.
En la práctica, los salarios dinámicos permitirían que los montos fijados en los convenios colectivos dejen de funcionar como pisos mínimos obligatorios y pasen a ser techos de referencia. Esto implicaría que cada empresa podría pactar sumas distintas con sus trabajadores, siempre dentro de los márgenes establecidos por el acuerdo sectorial.
Desde el Ejecutivo aseguran que la medida busca “adaptar los ingresos a la realidad de cada unidad productiva”, promoviendo la competitividad y la sustentabilidad del empleo formal. También señalan que se apunta a «vincular los salarios con los resultados concretos de cada sector», evitando aumentos homogéneos que no contemplen diferencias en productividad o rentabilidad.
Sin embargo, los «sindicatos» consideran que la propuesta podría traducirse en una «pérdida de derechos». “Si los convenios dejan de garantizar un salario mínimo común, cada trabajador quedará expuesto a las condiciones particulares de su empresa”, advirtieron desde distintas centrales obreras. Además, alertan que el sistema podría «fragmentar la negociación colectiva» y «debilitar la capacidad de presión gremial».
El borrador oficial también introduce modificaciones en la «vigencia temporal de los convenios colectivos», con el fin de facilitar revisiones más frecuentes y negociaciones descentralizadas. Las cámaras empresarias, por su parte, celebraron la iniciativa al considerar que permitirá “alinear los costos laborales con la realidad económica y fomentar el empleo registrado”.
Mientras tanto, en el ámbito político y sindical se espera un intenso debate. El proyecto será presentado formalmente tras las elecciones legislativas, y todo indica que los “salarios dinámicos” se convertirán en uno de los puntos más controvertidos de la futura reforma.
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