En una jornada marcada por los actos patrios, el presidente Javier Milei volvió a agitar la interna política con fuertes declaraciones contra los gobernadores, a quienes acusó de intentar «destruir al Gobierno nacional» y de actuar en función de sus propios intereses.
“Hay una perversión enorme por parte de algunos gobernadores. Les importa el poder y la de ellos. Este modelo prueba que son parte del problema y no de la solución”, lanzó el mandatario en una entrevista con El Observador. Según Milei, los jefes provinciales “quieren romper todo” ante el avance de La Libertad Avanza, ya que “si LLA se convierte en ‘La Libertad Arrasa’, ellos tienen que jubilarse”.
El presidente también apuntó contra las políticas fiscales de los gobiernos provinciales: “Mientras nosotros bajamos impuestos, ellos los suben. Hacemos un esfuerzo enorme para devolver dinero a la gente y ellos se lo apropian. Hay una clara intención de sabotear todo el tiempo”, advirtió.
Milei sostuvo que, pese a los reclamos de los gobernadores, la recaudación de las provincias ha crecido entre un 7% y 8% en términos reales: “Partieron de una situación de equilibrio y están recibiendo muchos recursos. Esto prueba que el sistema anterior era un negocio para los del partido del Estado, sin importar el color político”, afirmó.
Consultado sobre su ausencia en el acto central del 9 de Julio en Tucumán, el Presidente explicó que la decisión de no viajar respondió a razones climáticas: “El plan era hacer la ceremonia histórica, pero no estaban garantizadas las condiciones para regresar. Había muchos vuelos cancelados y la situación era compleja. Era imprudente volar”, explicó desde la residencia de Olivos.
En ese marco, minimizó las especulaciones que surgieron por su cancelación de último momento: “Si pretenden que, para evitar una crítica, me suba a un avión y corra riesgo de vida, no lo voy a hacer. Las fuerzas determinaron que no era apropiado”.
Las declaraciones del jefe de Estado llegan en medio de un clima de tensión con las provincias por los recursos, los cambios fiscales y el avance de reformas impulsadas desde el oficialismo. La disputa con los gobernadores, lejos de apaciguarse, parece sumar un nuevo capítulo.