El terremoto político que dejó la elección porteña no sólo sacudió al PRO en su histórico bastión, sino que también hizo crujir las estructuras del bloque en la Cámara de Diputados. Un grupo de legisladores identificados con el ala bullrichista y con simpatías por el oficialismo de Javier Milei, los autodenominados “PRO con peluca», ya tiene las valijas listas para romper con el macrismo, a la espera de la luz verde de Karina Milei.
La caída del PRO en la Ciudad dejó al descubierto las fracturas internas del bloque que preside Cristian Ritondo, y aceleró los movimientos de un sector que desde hace tiempo busca marcar distancia con Mauricio Macri. El ofrecimiento que este grupo hizo llegar a la Casa Rosada consiste en armar un interbloque junto a los seis radicales aliados al oficialismo (los llamados “Liga del Interior”) y dos ex PRO santafesinos, conformando un nuevo espacio de al menos 21 diputados.
Entre los nombres que suenan con más fuerza están Damián Arabia, Silvana Giudici, Gerardo Milman, Fernando Iglesias, Sabrina Ajmechet, Patricia Vásquez, Laura Rodríguez Machado, Alejandro Bongiovanni y José Nuñez. “Somos 21, con varios mandatos vigentes hasta 2027. Estamos listos para movernos cuando ‘El Jefe’ lo indique”, afirmó uno de los impulsores del quiebre, en referencia a Karina Milei.
Sin embargo, el movimiento no está exento de riesgos. Desde el oficialismo evalúan si la ruptura del bloque PRO beneficiaría al Gobierno o si es preferible mantener una tensa convivencia para evitar que el macrismo adopte una posición abiertamente opositora.
La relación entre los “peluca” y los macristas puros, como Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal, es cada vez más insostenible. El clima en el bloque se volvió irrespirable y las diferencias ya se reflejan en votaciones clave. En la reciente reunión conjunta de las comisiones de Previsión Social y Presupuesto, fueron más los diputados del PRO que apoyaron el dictamen oficialista que los que firmaron uno propio.
Este reordenamiento en la derecha marca también el fin de cualquier intento de Macri por sellar un acuerdo con La Libertad Avanza de cara a las elecciones en la provincia de Buenos Aires. El triunfo de Manuel Adorni en la Ciudad terminó de sepultar esa posibilidad. Ahora, las negociaciones se reducen a casos individuales y bajo condiciones impuestas por el oficialismo, que exige listas con sello libertario puro.
En este nuevo escenario, el PRO enfrenta una pérdida inminente de representación parlamentaria. Si repitiera en las elecciones generales el magro 15% obtenido en la Ciudad, apenas alcanzaría dos bancas —una menos que las que arriesga este año—, lo que marcaría un retroceso importante. En las provincias, el panorama es aún más desalentador.
El ascenso vertiginoso de La Libertad Avanza reconfigura el mapa legislativo, y deja al macrismo debilitado y obligado a elegir: adaptarse al nuevo orden o quedar relegado en el tablero político nacional.
LLA impulsa un pacto con el PRO en Provincia tras el triunfo porteño: “Es más que Macri”