Presupuesto 2023: el Gobierno espera una inflación de 60% y un dólar a casi $270 para fin de año

El proyecto de ley ingresará al Congreso y se debatirá en comisiones. Incluirá reducción del déficit, una proyección de crecimiento leve, una caída de la inflación y un aumento en los fondos para obra pública.

Presupuesto 2023: el Gobierno espera una inflación de 60% y un dólar a casi $270 para fin de año

El Ministerio de Economía presentará hoy el proyecto de Ley de Presupuesto 2023 que, entre otras previsiones, establece reducir el déficit fiscal del 2,5% al 1,9% que tiene previsto este año.

Según trascendió, la iniciativa también incluye una estimación del dólar a casi $270 para fin de año y un déficit fiscal de 1,9%, en línea con lo que contempla el acuerdo con el FMI.

Como sucede todos los años, el proyecto ingresará por la Cámara de Diputados, que lo analizará en comisiones para luego debatirlo en el recinto.

A su regreso de los Estados Unidos, el ministro de Economía, Sergio Massa, analizó los números finales del proyecto que en las próximas horas ingresara el Parlamento.

Entre otros puntos, la propuesta oficial estima un crecimiento de la inversión muy por debajo del nivel de este año: pasaría del 10% al 2,9% en 2023.

También bajaría fuerte el consumo privado, al pasar del 6,5% en 2022 a un crecimiento de solo el 2% para el año que viene.

El Gobierno estima, por otra parte, que las exportaciones crezcan 7,1% en 2023, mientras que las importaciones aumentarían 2%.

Así, el superávit comercial pasaría de US$7.751 millones en 2022 a US$12.347 millones en 2023.

Con respecto al dólar -una de las variables más sensibles- se aguarda que para diciembre de este año la cotización oficial se ubique en $166,50 (actualmente cotiza en torno a los $150) y que llegue a $269,90 en diciembre del año próximo.

En cuanto a la inflación, el proyecto contempla un nivel del 95% para este año, para desacelerarse al 60% durante el año próximo, todavía en registros muy elevados.

Sobre el mercado del trabajo, se espera que el desempleo se mantenga en torno al 7% y que los ingresos se recuperen apenas el 2%.

El jefe de Gabinete, Juan Manzur, aseguró esta semana que el proyecto de Presupuesto mantiene «nuestro compromiso con el pueblo argentino de aumentar la inversión en cuestiones estratégicas para nuestro país como la obra pública, la educación, la ciencia y la tecnología».

Por ese motivo, pidió a la oposición que el debate parlamentario se realice con una «visión constructiva».

El presidente, Alberto Fernandez, en el marco de un acto por la promulgación de la ley que extiende los beneficios para las investigaciones de Bio y Nanotecnología sostuvo: “En estos tiempos en los que todos hablan de ajuste, de recorte, quiero decirles que en el Presupuesto que vamos a presentar esta noche, va a haber 500.000 millones de pesos de la Argentina para desarrollar la ciencia y la tecnología. Eso representa 0.34% que ordena la ley que debemos destinar. Lo hacemos porque estamos convencidos que ahí está el futuro”.

La liga de gobernadores 

Por su parte, la conocida Liga de los gobernadores con el mandatario de Chaco, Jorge Capitanich, como interlocutor, elevó un duro mensaje al Gobierno a través de una serie de condicionamientos al jefe de Gabinete, Juan Manzur, en la previa de la presentación del Presupuesto 2023.

A través de un escrito al que suscribieron 19 de los 23 jefes provinciales, pidieron conquistar el consenso necesario con el resto de las fuerzas políticas que permita concretar la equidad en los subsidios de transporte, el tratamiento diferencial en lo subsidios energéticos por zonas, la reducción de la inflación, y que evite la injerencia externa en las decisiones, en referencia al Fondo Monetario Internacional (FMI). .

El pedido está direccionado a Manzur, el encargado de reordenar las partidas luego de que la oposición rechazara el Presupuesto 2022 en el Congreso, pero tiene alcance también al ministro de Economía, Sergio Massa, quien deberá orquestar la negociación con los mandatarios provinciales.

Entre las demandas detalladas por el metódico gobernador de Chaco, figura el tratamiento «equitativo» de los subsidios en el transporte público de pasajeros, la puesta en pie de un plan de obras públicas y el financiamiento del plan de viviendas, el tratamiento diferencial del subsidio energético con respecto a la segmentación por el consumo de energía, en base a la temperatura promedio de las provincias, y la redistribución del financiamiento de gastos electorales.

La inflación, problemática que preocupa de sobremanera al Gobierno y que fue del 7% en agosto, es uno de los puntos clave de los gobernadores que exigen combatir las alzas en los precios al consumo. Además, exponen la centralidad de recuperar el poder adquisitivo del salario y acelerar la creación de empleos.}

Al mismo tiempo, aparece además la necesidad de implementar «zonas francas» y una «logística integrada» que apunte a mejorar las inversiones y las exportaciones. Plantean también crear un sistema de financiamiento para las cajas o sistemas previsionales no transferidos por las provincias a la Nación «determinando una garantía anual en el presupuesto».

Por último, en resistencia a la política de reajuste de Massa, los gobernadores piden incentivar la economía del conocimiento y el cumplimiento de la meta fijada del 1,02 % del PIB para el presupuesto de ciencia, tecnología e innovación productiva.

Salir de la versión móvil