El gobernador Juan Schiaretti y su sucesor en el Centro Cívico, el intendente Martín Llaryora, compartirán a partir de mañana un viaje por el exterior con el objetivo de asegurar nuevas fuentes de financiamiento para la Provincia. En ese marco, también contemplan terminar de definir la estrategia política del oficialismo cordobés con vistas a la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre próximo.
La gira se iniciará en Arabia Saudita, donde ambos mandatarios irán acompañados por el ministro de Obras Públicas, Ricardo Sosa, y por dos funcionarios que serán ministros del futuro gabinete provincial: Fabián López, que seguirá al frente de Servicios Públicos, y Guillermo Acosta, actual secretario de Economía del municipio capitalino y próximo titular de la cartera provincial de Finanzas. Además, la comitiva estará integrada por el gobernador santafesino, Omar Perotti.
En Arabia Saudita, Schiaretti y Perotti firmarán con un fondo saudí un acceso a financiamiento por U$S 100 millones para dos de los ocho bloques del tramo Coronda-San Francisco, del ambicioso proyecto del acueducto Paraná-Córdoba. Tras el periplo por Arabia Saudita, Schiaretti seguirá de misión oficial por París y por Barcelona, donde firmará distintos convenios. En el viaje por los dos países europeos se sumarán la ministra de Coordinación, Silvina Rivero, y el titular de la Agencia de Competitividad, Fernando Sibilla.
En la estadía que compartirán en el exterior por casi una semana, los dos dirigentes más importantes del PJ cordobés definirán todo lo que resta por resolver de la transición provincial y también fijarán la estrategia respecto del ballotage, reveló ayer el diario La Voz del Interior. Todo indica que ni antes ni después de ese viaje habrá una postura explícita de respaldo a Sergio Massa o a Javier Milei.
Desde la Municipalidad de Córdoba abonan por ahora la tesis de la prescindencia, y además reiteran que Llaryora se plegará a la decisión que adopte Schiaretti. “La estrategia la fijará Schiaretti”, ratifican desde el llaryorismo. Admiten que el resultado de la primera vuelta causó sorpresa en el peronismo cordobés y que lo que a Llaryora le preocupa especialmente es la gestión provincial, y el hecho de que posiblemente deba convivir “cuatro u ocho años” con quien resulte presidente el 19 de noviembre.