Después de alinear triunfos sorpresivos por su envergadura en Santa Fe (con Maximiliano Pullaro) y Chaco (con Leandro Zdero), Juntos por el Cambio (JxC) se prepara para celebrar el domingo en Mendoza, donde espera que Alfredo Cornejo sea confirmado como gobernador -lo que llevaría a que la alianza opositora gobierne diez provincias a partir del 10 de diciembre-.
Sin embargo, aún falta un trecho para cantar victoria. De hecho, los cinco candidatos a gobernador participaron este domingo de un tenso debate en el que se registraron fuertes cruces, principalmente entre el postulante oficialista, Cornejo, y su ex socio político y líder de La Unión Mendocina, Omar de Marchi (líder del PRO local, alineado con Horacio Rodríguez Larreta).
“El cambio no es una necesidad: es una obligación”, remarcó De Marchi, quien debió soportar cómo el resto de los candidatos le recordaban que había sido fundador de Cambia Mendoza (versión local de JxC).
El dirigente del PRO se quejó de que en la gestión saliente, a cargo del radical Rodolfo Suárez, “se han abierto más casinos que escuelas”.
“Cornejo decía que cuando asumió en 2015 ni los ascensores del Hospital Central funcionaban. Esta semana se murió una mujer porque, ocho años después, los ascensores siguen sin funcionar”, aseveró.
En respuesta, el ex gobernador lanzó: “A veces parece que Mendoza es Ucrania. Hay muchos servicios que han mejorado. No todo lo que quisiéramos, pero sean honestos”.