La victoria de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, con Manuel Adorni como figura central, estaría reconfigurando el escenario político y económico del país. El presidente Javier Milei logró nacionalizar una elección comunal y convertirla en un plebiscito a su gestión, fortaleciendo su imagen y ampliando su margen de acción para lo que resta del año.
El resultado no pasó desapercibido para el establishment económico y financiero, que observaría con cautela pero también con creciente interés. Los grandes bancos de Wall Street y ejecutivos con operaciones en la Argentina comenzaron a preguntarse si este desenlace podría modificar el rumbo económico. Por ahora, el consenso es que el punto más débil del gobierno sigue siendo su limitada representación en el Congreso, lo que condiciona la viabilidad de las reformas estructurales que Milei impulsa.
Una jugada riesgosa que resultó efectiva
La decisión del presidente de transformar una contienda local en una batalla política nacional fue vista como arriesgada, especialmente al agudizar su distancia con Mauricio Macri, con quien podría tener que negociar una alianza de centroderecha de cara a las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la apuesta le salió bien: logró consolidarse como el principal referente del espacio liberal y posicionar a su fuerza como una opción real de poder más allá de su núcleo duro.
Desde el círculo rojo, la lectura es que Milei buscó despegarse de figuras como Macri para reforzar su liderazgo y mostrarse como el único garante de las reformas. Esta jugada le permite encarar con mayor respaldo político sus tres grandes proyectos para 2026: una reforma laboral, una reestructuración tributaria y una modificación del sistema previsional.
El mercado, expectante pero prudente
Pese al respaldo del mercado a las medidas fiscales y monetarias implementadas por Milei, las inversiones siguen sin materializarse. Los inversores internacionales observan con atención pero también con reserva: quieren saber si las condiciones actuales se mantendrán en el tiempo y si el gobierno logrará la estabilidad política necesaria para sostener su programa económico.
La volatilidad institucional y la histórica inestabilidad del país siguen siendo barreras importantes para la llegada de capitales, además de la percepción de corrupción en sectores de la dirigencia. En este contexto, las elecciones legislativas de octubre podrían ser determinantes para confirmar o modificar las expectativas actuales.
Dólar, inflación y capital político
Milei confía en que una economía más ordenada, con el dólar estabilizado y una inflación en descenso, le permita reforzar su capital político y ganar tiempo para consolidar su plan de gobierno. La contundente victoria en CABA le da oxígeno y, al mismo tiempo, renueva interrogantes sobre el futuro de la oposición, especialmente si Cristina Fernández de Kirchner decide finalmente competir como legisladora bonaerense, en una jugada que también sería inédita.
El resultado en la capital marca un punto de inflexión: más allá de la elección puntual, envía una señal clara al mundo económico sobre la capacidad del oficialismo para sostener su proyecto, incluso en un escenario de fragmentación política. Resta ver si el envión alcanza para traducirse en el respaldo que necesita en el Congreso y, con ello, en la tan esperada reactivación de las inversiones.