“El lupus no se nota, pero se siente”. Así resumen muchas personas lo que significa convivir con esta enfermedad crónica, autoinmune e impredecible. En Argentina, como en gran parte del mundo, el lupus sigue siendo un diagnóstico poco comprendido. A la falta de visibilidad se le suman mitos que agravan el aislamiento, el estigma y las demoras en el acceso a tratamientos adecuados.
En el Día Mundial del Lupus, la Fundación Lupus Argentina compartió en redes sociales algunas de las preguntas a menudo que les realizan a quienes viven con enfermedades invisibles. El objetivo es desmentir los más frecuentes. En esta nota repasamos los cinco mitos sobre la enfermedad autoinmune y la realidad de los pacientes.
Mito 1: “El lupus es contagioso”
Falso. El lupus no se transmite de persona a persona.
Es una enfermedad autoinmune, po lo que el sistema inmunológico encargado de defender al cuerpo de amenazas externas ataca por error a tejidos sanos. Esto puede provocar inflamación y daño en órganos como la piel, articulaciones, riñones o corazón. Aunque no representa un riesgo de contagio, muchas personas con lupus enfrentan estigmas que alimentan su aislamiento social.
1⃣MITO 1: El lupus es contagioso🔎
✅REALIDAD: No, no se transmite de persona a persona. Es una enfermedad autoinmune: el sistema inmunológico ataca por error al propio cuerpo.#MitosYRealidades #Lupus
— Fundación Lupus Argentina: Lupus, SAF y ER (@LupusCordoba) May 7, 2025
Mito 2: “Solo lo tienen las mujeres”
Falso. Si bien el lupus afecta principalmente a mujeres en edad fértil (alrededor del 90% de los casos), también puede presentarse en hombres, niñas, niños y personas no binarias.
El sesgo de género en el diagnóstico puede llevar a subestimar los síntomas en quienes no encajan en el perfil típico. Desde las organizaciones de pacientes se promueve una mirada inclusiva que contemple todas las identidades.
Mito 3: “No podés tener hijos si tenés lupus”
Falso. Con un seguimiento médico adecuado, muchas personas con lupus pueden llevar adelante embarazos saludables. La planificación, el control del estado de la enfermedad antes de la concepción y el acompañamiento especializado son claves para reducir los riesgos.
Mito 4: “Con lupus no podés hacer ejercicio”
Falso. El ejercicio físico adaptado puede mejorar la calidad de vida de muchas personas con lupus, siempre que esté supervisado por profesionales de la salud.
Actividades de bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga, contribuyen a mantener la movilidad, reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo. La clave es ajustar la actividad a las capacidades individuales y evitar el sobreesfuerzo, sobre todo en etapas de brote.
Mito 5: “El lupus siempre es mortal”
Falso. Gracias a los avances en el diagnóstico temprano y los tratamientos inmunomoduladores, muchas personas con lupus viven durante décadas con una buena calidad de vida. Aunque se trata de una enfermedad crónica que requiere seguimiento continuo, no es sinónimo de muerte. El acceso equitativo a la atención médica sigue siendo uno de los principales desafíos en Argentina y en la región.
Una enfermedad invisible, pero real
Hablar de lupus es hablar de cuerpos que resisten sin ser vistos. Es visibilizar una realidad que con frecuencia queda fuera de la agenda pública. Derribar mitos no solo es un ejercicio de conocimiento: también es un paso necesario hacia una salud más justa, empática y basada en la evidencia.
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