Un grupo de científicos argentinos se encuentra en una etapa clave de un proyecto para esterilizar mosquitos Aedes Aegypti y así hacer disminuir significativamente la población de estos insectos transmisores de enfermedades como dengue, zika y chikungunya.
La Técnica del Insecto Estéril (TIE) consiste, en este caso, en hacer que los mosquitos machos no puedan fecundar a las hembras, por lo que impedirá la proliferación de los huevos que sean puestos en agua.
¿Cómo se hace para esterilizar a un insecto de apenas siete milímetros? La iniciativa es llevada adelante desde 2016 por investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), quienes irradian pupas de mosquitos macho con radiación gamma.
Con esa técnica los científicos logran criar en laboratorio insectos que no podrán reproducirse y que estarán en igualdad de condiciones que los nacidos al aire libre.
Actualmente, la Argentina parece concluir con un nuevo pico de contagios de dengue: según los últimos datos del Ministerio de Salud, se registraron 41.257 casos de esta enfermedad, de los cuales 37.914 son autóctonos, y hay circulación en 15 provincias.
En ese marco, científicos argentinos están «a un paso de la liberación piloto» de mosquitos impedidos de reproducirse, señaló la licenciada en Ciencias Biológicas Marianela García Alba, referente del proyecto.
En declaraciones priodísticas, la especialista explicó que la intención es realizar la liberación de esos mosquitos estériles «en la primavera de 2023», por lo que ya podrían verse los primeros resultados «en octubre-noviembre de este año».
Para hacer ese estudio de campo, se elegirá un barrio de la ciudad de Buenos Aires, aunque todavía no está determinado cuál será el lugar concreto: sí se sabe cuáles son las características que debe tener.
«Estamos terminando de definir, pero tiene que ser un barrio que esté limitado por algún tipo de avenida o bosque, de unas seis manzanas. Lo más aislado posible, para sí poder medir las actividades de la técnica sin inmigración de mosquitos hembras de otros lados», detalló la científica.
Esa locación en particular se busca porque «los mosquitos se mueven más o menos 50 metros, por lo que si un barrio está delimitado por una autopista de 100 metros de ancho los mosquitos no pueden migrar de un lado a otro».
Pero además de definir el lugar, también buscan que la población avale la iniciativa y esté al tanto de las tareas a realizarse y el objetivo: por eso, como parte del proyecto hay especialistas en Comunicación Social, quienes se encargan del contacto con los vecinos de la zona donde se van a liberar los mosquitos esterilizados.
«Explicar bien el proyecto es clave, para que pierdan el miedo y sepan qué es lo que se pretende», remarcó la científica en declaraciones a Noticias Argentinas.
Una vez que se haya realizado la liberación, luego se podrán analizar los resultados y, de mantenerse la investigación, «la idea es que en el futuro haya una bioplanta de mosquitos estériles, como actualmente hay en Mendoza una bioplanta de moscas de la fruta» de la especie Ceratitis Capitata, indicó García Alba.
En ese sentido, la científica indicó que gracias a esa bioplanta ubicada en la provincia cordillerana se aumentó la exportación de fruta, ya que hay barreras sanitarias importantes para los países que no logran controlar a la mosca de la fruta.
En el caso de este proyecto, los beneficios la disminución de la población de mosquitos Aedes Aegypti se vería en la salud, ya que se reduciría la cantidad de contagios de las enfermedades que son transmitidas por este insecto (dengue, zika y chikungunya) y sus consecuentes hospitalizaciones y eventuales muertes.