Cada 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), fecha en la que se busca generar conciencia sobre un trastorno que afecta la forma en que el cerebro procesa la información y que no es, como muchos creen, simplemente falta de voluntad o mala conducta.
Aunque suele manifestarse en la infancia, a menudo pasa desapercibido o se confunde con comportamientos propios de chicos inquietos o distraídos. Detectar las señales a tiempo y buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia entre un camino lleno de dificultades y otro en el que los chicos puedan desarrollar plenamente su potencial.
“Cuanto más temprano se identifique el TDAH, mejores son las herramientas que se pueden ofrecer. Existen tratamientos y estrategias que ayudan a los chicos a organizarse, a mejorar su atención y a fortalecer su autoestima” comenta la Lic. Emilia Espinosa, Psicóloga del CMC Mendoza de Boreal Salud (MP 4916). Entre las señales que podrían indicar la presencia de TDAH se encuentran:
- Se distraen fácilmente, incluso con tareas sencillas.
- Parecen “estar en las nubes” o no escuchar cuando se les habla.
- Olvidan cosas o pierden objetos con frecuencia.
- Les cuesta organizarse o seguir instrucciones.
- Hablan en exceso o interrumpen a otros constantemente.
- Se mueven todo el tiempo, incluso en situaciones que requieren quietud.
- Tienen dificultad para esperar su turno o se muestran impacientes.
- Su rendimiento escolar no refleja su capacidad intelectual.
- Se frustran con facilidad o tienen cambios de humor repentinos.
- Presentan problemas para llevarse bien con compañeros o adultos.
- Suelen empezar tareas con entusiasmo, pero las abandonan rápidamente.
- Parecen actuar sin pensar en las consecuencias.
“Muchas familias llegan al consultorio preocupadas porque creen que su hijo no presta atención a propósito o se porta mal. Es fundamental entender que el TDAH no es falta de ganas ni de educación, sino una manera diferente de procesar la información y responder al entorno”, explican desde Boreal Salud.
Los especialistas insisten en que un diagnóstico no significa etiquetar ni limitar a un chico. Al contrario, permite acceder a estrategias, terapias y, en algunos casos, medicación que pueden mejorar enormemente su calidad de vida.
Padres y docentes cumplen un rol clave: si algo en el comportamiento de un chico genera preocupación, lo mejor es no quedarse con la duda y consultar a un profesional. Porque detrás de cada chico con TDAH hay talento, curiosidad y ganas de aprender, solo necesitan las herramientas adecuadas para hacerlo.