La preocupante y recientemente denominada «viruela del mono» o «viruela símica» ha generado alerta alrededor del mundo. Actualmente se desconoce el reservorio natural de esta enfermedad. No obstante, los roedores africanos y primates (como los monos) pueden albergar el virus e infectar a las personas.
En este marco, el virus de la viruela del mono se ha registrado mayormente en África Central y Occidental y es una infección rara, pero peligrosa, similar al virus de la viruela ahora erradicado. Según Organización Mundial de la Salud, la viruela símica sigue apareciendo esporádicamente.
¿Cuáles son los síntomas?
La viruela del mono suele tener una sintomatología más leve que la de la viruela. Según los CDC, la enfermedad comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos —un síntoma que no tiene la viruela— y agotamiento. Hasta tres días después de tener fiebre, puedes desarrollar un sarpullido en la cara y el cuerpo que evoluciona hasta lesiones en la piel como costras.
El periodo de incubación —es decir, el tiempo desde que la persona se infecta hasta que tiene síntomas— de la viruela del mono suele ser de 7 a 14 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días, informan los CDC. La enfermedad suele durar entre 2 y 4 semanas.
Las personas que pueden tener síntomas de viruela del mono, y aquellas que tienen contacto cercano con ellas, deben comunicarse con su médico si tienen erupciones o lesiones inusuales, indican los CDC.
“La infección se puede propagar cuando alguien está en contacto cercano con una persona infectada; sin embargo, existe un riesgo muy bajo de transmisión a la población en general”, expresaron en un comunicado de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés).
En tanto, según la OMS, la tasa de letalidad ha variado durante las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados.
¿Cómo se transmite?
Según indicó la OMS, en casos iniciales el virus de la viruela del mono se transmite a través del contacto directo con la sangre, fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales que han sido contaminados con el virus.
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) explican que el virus ingresa al cuerpo a través de heridas en la piel aunque no sean visibles, del tracto respiratorio o de las membranas mucosas, como son los ojos, nariz o boca.
Cuando se trata de la transmisión de humano a humano, los CDC indican que puede ocurrir cuando:
- Ocurre una mordedura o arañazo
- Al cocinar inadecuadamente cocción de la carne de animales infectados
- Ante el contacto directo con fluidos corporales o contacto indirecto con material lesionado
- A través de ropa de cama contaminada
A su vez, la OMS indicó que la transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias tras prolongados contactos cara a cara con una persona que contrajo el virus «lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección».
La infección también se puede transmitir por inoculación o a través de la placenta. Sin embargo, la OMS indica que hasta la fecha no se ha demostrado «que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos».
También se puede propagar de persona a persona a través de gotitas respiratorias, generalmente en un entorno cerrado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
¿Existe una cura?
Actualmente no existe tratamiento ni vacunas contra la infección por el virus de la viruela del mono. En este sentido, la OMS señala que los brotes sí se pueden controlar ya que la vacuna antivariólica ha demostrado una eficacia del 85% para prevenir la viruela símica. Sin embargo, tras la erradicación mundial de la viruela en 1980 la producción de la vacuna se suspendió y ya no está accesible al público.
«Con todo, la vacunación antivariólica previa puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea más leve», añadió.
A la falta de un tratamiento o vacuna para tratar la viruela del mono, la OMS afirma que la única forma de reducir las infecciones es educar a la población sobre qué los factores de riesgo y cómo reducir la exposición. Por ejemplo, reduciendo el riesgo de transmisión de los animales a las personas evitando cualquier contacto con roedores y primates en regiones endémicas y limitar la exposición directa a la sangre y carne, y su cocción a fondo.
En el caso de transmisión de persona a persona, la OMS indica que es preciso evitar el contacto con personas infectadas con el virus por lo que se recomienda el aislamiento de los pacientes en sus casas o en centros de salud.