Los vecinos del barrio Vista Verde, de la ciudad de Villa María, no dieron más: en la noche del martes pasado, luego de pasar 24 horas sin el suministro eléctrico, salieron a manifestar su malestar con un corte de la Ruta Nacional 158, a la altura del único semáforo de la zona.
La protesta generó momentos de fuerte tensión, no sólo por los inconvenientes generados a los automovilistas que pretendían transitar por la ruta, sino porque la Policía y la Gendarmería Nacional llegaron hasta el lugar para tratar de disuadirlos de la protesta, lo que generó discusiones y forcejeos.
El malestar se había ido cocinando en la noche del lunes y la madrugada del martes al calor de las altas temperaturas registradas en dicha localidad, que durante el día llegaron a superar los 37° (con una sensación térmica de hasta 47°), y estuvieron acompañadas por una seguidilla de cortes de luz. Epec había anunciado una falla en la estación transformadora -que más tarde solucionó-, pero los cortes trascendieron a los barrios anunciados y se masificaron a casi todos los sectores de Villa María.
Luego de pasar 24 horas sin luz, los vecinos de barrio Vista Verde decidieron entonces pasar a la acción: en una asamblea convocada desde las redes sociales acordaron cortar la Ruta 158. Los pobladores no sólo sufrían el calor, sino que también temían ser víctimas de hechos de inseguridad. La interrupción de la ruta se concretó pasadas las 20 horas, pero rápidamente se fue poblando con gente del sector que ocupó la totalidad de la calzada. Los vecinos llegaron a prender fuego a gomas y maderas.
La fiscal Juliana Companys se presentó en el lugar y les ordenó liberar al menos media calzada, pero los vecinos se resistieron a acatar la orden. Ya había personal de la Policía y pasadas las 22 llegó Gendarmería Nacional, con lo que la tensión fue en aumento, al punto que hubo forcejeos e insultos. Un ingeniero de Epec se hizo presente para explicar las causas de los cortes, aunque los ánimos estaban muy caldeados: la protesta se levantó pasadas las 22:30 gracias a la promesa de una pronta solución, aunque el malestar difícilmente se haya disipado.
Reclamo en Villa Bustos por las altas facturas
Los aumentos en las boletas de la energía se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para muchos vecinos de Córdoba, que penan para pagar sus facturas ante el recorte de la Tarifa Social decretado a nivel nacional. Los habitantes de barrio Villa Bustos salieron ayer a exponer sus reclamos en una protesta en el Centro Vecinal, donde denunciaron que otras 27 barriadas se encuentran en su misma situación: la imposibilidad de afrontar el pago de las facturas ante los reiterados aumentos. “No se trata del monto sino que hay personas que no pueden afrontar facturas de 1.000 o 2.000 pesos.
Las cosas suben y el sueldo sigue igual, entonces se les han juntado facturas y varios han perdido los medidores”, explicó la presidenta del centro vecinal, que indicó que reunió 94 casos sólo en el barrio. Además, señaló que los vecinos elevaron un petitorio en noviembre para ser recibidos por el gobernador Juan Schiaretti, pero aún no tienen respuestas. A lo largo de 2018, el valor de las facturas residenciales subió cerca de un 70% en un combo formado por los costos operativos de Epec, la quita de subsidios de la Nación y la creciente inflación.









