Marcos Cabrera, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, es un pionero en implementar el lenguaje de señas en las celebraciones religiosas de Córdoba.
En diálogo con el sitio Redacción Alta Gracia el cura de 45 años dijo sobre su interés: “Surgió a partir de algo que viví hace ya muchos años, en mi pueblo, en Villa Giardino. Un domingo, en una de las misas, una niña sorda recibía su primera comunión. Durante la celebración, no podía dejar de preguntarme qué es lo que estaría entendiendo de lo que el sacerdote o el guía decían. Más aún, me preguntaba de qué manera se habría preparado para ese día”.
Cabrera recuerda que en ese momento retumbaron en su cabeza “aquellas palabras que Jesús, ya resucitado, le dijo a los apóstoles: ‘Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos’, que no es otra cosa que la invitación a que su propuesta, su estilo de vida, llegue a todos”.