Las privatizaciones generaron mayores costos para la ciudad

La Municipalidad incrementó gastos en los servicios de transporte urbano y recolección 

Las privatizaciones generaron mayores costos para la ciudad

Un presupuesto estancado desde el año 2015, aumento del gasto en las áreas privatizadas, y menor inversión en el rubro Salud a pesar de la pandemia de coronavirus son algunas de las conclusiones a las que arriba el informe Ingresos y gastos de la Municipalidad de Córdoba”, realizado por el Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (Otes). El estudio analiza, a partir de la información publicada por el propio municipio, los movimientos presupuestarios durante el período 2010 – 2021.

Entre los puntos principales, la investigación sostiene que se observa una dinámica de estancamiento en términos reales en el presupuesto de la Municipalidad desde el año 2015”. De las áreas que mayor gasto suponen para el municipio, cabe detenerse en Servicios Especiales y Urbanos, que concentró el 26% en promedio durante el período analizado; y Sanidad, que representó el 16%. La categoría más onerosa, Servicios Especiales y Urbanos, está compuesta, según el informe en un 90% por Higiene Urbana y Transporte y Tránsito.

Al respecto, Otes reveló que la privatización del sistema de transporte no se vio reflejada en una mejora en las arcas municipales. A pesar de que en relación al presupuesto general creció a menor ritmo, desde la privatización del sistema de transporte en 2014 las partidas destinadas a estos servicios continuaron su crecimiento hasta alcanzar un 40% en términos reales en 2020”. Este dato va en contramano de los argumentos privatizadores, donde se presenta al sector privado como un actor capaz de administrar los recursos de forma eficiente y que permita al Estado ahorrar en actividades deficitarias”, consideró al respecto.

Algo similar sucedió en el caso de la recolección de residuos. Mientras que el presupuesto general se incrementó en un 72%, aquel de higiene lo hizo en 124%, más que duplicando al anterior”, aseguró el documento de Otes. Esta situación se agravó sobre todo desde la privatización”, llevando el gasto de $ 522.000.000 en 2010 a $ 1.171.000.000 en 2020, todo medido en pesos constantes.

Con respecto a lo presupuestado para Salud, cabe destacar que en 2010 representaba el 23% del gasto municipal, el cual tocó el piso de 13% en 2017 -momento en que, según aclaró el informe, creció fuertemente” el gasto en obra pública- y, actualmente, representa el 16% del presupuesto, a pesar de la crisis sanitaria. Tampoco se evidenció un crecimiento en la participación del mismo (gasto en Sanidad) desde el inicio de la pandemia”, observó Otes.

El 90% del personal, permanente

El gasto en personal creció hasta 2015 y luego se mantuvo estable con oscilaciones hasta 2020. A partir ese año se evidenció un crecimiento del 18% en términos reales para luego retroceder en 2021 a valores de 2013.

Del total de recursos destinados a los gastos de personal se pueden diferenciar trabajadores de planta permanente y aquellos que integran la transitoria, compuesta por personal contratado.

A lo largo del período analizado, la planta permanente representa en torno del 90% de los gastos en personal y el restante 10% se destina a la planta transitoria y se reparte entre personal contratado y transitorio. El personal contratado pasó de representar el 19% de la planta transitoria en 2013 a 68% en 2018, para cerrar la década representando el 59% de la planta transitoria”, detalló el informe de Otes .

La deuda pública se cuadruplicó

El crecimiento experimentado por los gastos asociados a la deuda pública de la Municipalidad se multiplicó casi por cuatro, en términos reales, a lo largo de la década. El incremento más fuerte se dio entre 2015 y 2016, donde los gastos de deuda pública se duplicaron.

Ese año el fuerte aumento de la deuda pública llevó al gobierno municipal de Ramón Mestre a tomar deuda en moneda extranjera para enfrentar los pagos de la deuda local e impulsar la obra pública”, indicó el estudio.

Otro de los rubros que se destacan por su crecimiento es el de gastos sin clasificar, que saltó de representar 0,5% del presupuesto en 2010 a 6% en 2020. Esto implicó que los recursos para esta partida se multipliquen por 20 a lo largo del período, sin que el ente municipal declare los programas afectados por estos recursos”, se especificó.

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