El infectólogo Hugo Pizzi sostuvo que “la implementación de una cuarta dosis de la vacuna (contra el coronavirus) es inminente”, aunque aclaró que, en principio, sería necesaria solo “para ciertos grupos”, como quienes recibieron la vacuna Sinopharm y los inmunodeprimidos.
El especialista se refirió al tema luego de que el Ministerio de Salud de la Nación confirmara que en marzo se comenzará a aplicar un nuevo refuerzo contra el coronavirus.
“Son varios los países que están aplicando la cuarta dosis y hay dos cosas a tener en cuenta: estamos en un periodo de transición, donde corresponde seguir con los cuidados y vamos a entrar en una climatología no favorable para las enfermedades respiratorias”, explicó el especialista. Hasta el momento, Israel, Chile, Dinamarca, Hungría y Suiza comenzaron a inocular con la cuarta dosis.
Asimismo, el infectólogo remarcó que el nuevo refuerzo “es una realidad”, aunque especificó que la misma “sería para los que tenían la dosis china, que es buena vacuna, pero los anticuerpos duran menos”. Y reiteró que esta dosis es “muy segura”, puesto que es “la misma que la antipoliomielítica, con el virus muerto”.
Además de quienes recibieron la vacuna de Sinopharm, también serían candidatos a reforzar sus defensas contra el Covid 19 los inmunodeprimidos o pacientes de riesgo. Estos grupos comprenden a quienes estén en tratamiento oncológico para tumores sólidos y oncohematológicos, los que recibieron un trasplante de órgano sólido en tratamiento inmunosupresor, y las personas que fueron trasplantadas con células progenitoras hematopoyéticas en los últimos 2 años o en tratamiento inmunosupresor.
A su vez, aquellas personas con inmunodeficiencia primaria moderada o grave, personas que viven con VIH, personas en tratamiento activo con corticosteroides en dosis altas o medicación inmunosupresora, con insuficiencia renal crónica en hemodiálisis, con enfermedades autoinmunes y/o tratamientos con inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos se suman al grupo de candidatos para la cuarta dosis.
Si bien la aplicación del refuerzo está planificada para iniciarse en marzo, su implementación efectiva estará supeditada al tiempo que haya transcurrido desde la aplicación de la última dosis. Esto, debido a que se pudo comprobar que los anticuerpos contra el coronavirus suelen disminuir a los cinco meses de haberse aplicado alguna de las vacunas.